Productores de la Patagonia denunciaron que el supermercadismo de la región comenzó a ofrecer asado de la región norte, que es libre de aftosa con vacunación. Si ya habían rechazado esa flexibilización sanitaria dispuesta, su malhumor fue total cuando se enteraron que esa carne se revende sin hacer la aclaración correspondiente y sobre todo sin cumplir con el empaquetado que exige la regulación fijada por Senasa.
Estas irregularidades las remarcaron en un informe que difundieron en estas horas los productores y que fue elaborado por Alberto Tiberio, médico veterinario y referente de la Fundación Barrera Patagónica.
Eso sí, cierto resultó que el asado norteño congelado se vende -al menos por ahora- mucho más barato que el producido de la propia hacienda de la zona. El asado fresco se negocia a 13.000 pesos y el kilo y el congelado a 8.990 pesos, cuando el asado nacido y criado en Patagonia se llegó a ofrecer en 18.000 pesos por kilo.
Este miércoles los productores hicieron un relevamiento en el supermercado La Anónima, del que se desprenden estas observaciones:
- Presentación del producto (Asado con hueso): Asado fresco: bandeja con film; sin termosellado ni vacío. Asado congelado: solo envoltorio de film.
- EMPAQUE; no se ajusta al doble empaque establecido en la Resolución 460/2025 (Articulo 3 Inciso d y f)”.
En la mencionada resolución del Senasa se exige que “los cortes o trozos enfriados y/o congelados, con/sin hueso, deben contar con un empaque primario y uno secundario debidamente rotulados cada uno de ellos individualmente”, recuerda el informe de Tiberio.
Luego explica que tampoco se cumple con la trazabilidad del producto ingresado a la región y que por lo tanto no se están dando las garantías para diferenciar su origen.
Según indicaron referentes de la producción ganadera que están en contra de la flexibilización de la barrera, el etiquetado del asado congelado que vende el supermercado La Anónima da cuenta de que el producto se obtuvo en los frigoríficos Pampa Natural ubicado en Speluzzi, La Pampa, y en el que es propiedad de La Anónima localizado en Salto, ambos al norte de la barrera sanitaria.
“Como resultado de lo que hizo el Senasa, el productor perdió valor en el kilo de ternero y el feedlotero en el del ganado gordo. Los patagónicos ya perdimos (el mercado) Chile, y por lo visto no superaremos auditorias. Japón seguro se cierra e Israel también”, criticaron los patagónicos sobre estos permisos.
“La pequeña porción de mercado que representa el asado en el contexto general ocasionó pérdidas significativas a un sector a costo de un pequeño diferencial en el valor del asado que le sobra a los exportadores ya que el resto de la carne, que ya venía, no bajó de precio y sigue compitiendo al igual que antes”, dijo Javier Perrote, que es productor de Río Negro.