Los valores de la soja en el mercado de futuros agrícolas A3 (ex Matba Rofex) comenzaron a mostrar el efecto de la desaparición de la rebaja de derechos de exportación que comenzaría a regir el próximo 1 de julio.
Para adelantarse al escenario de aumento tributario anunciado por el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo, la industria aceitera y los exportadores de poroto venían registrando en las últimas jornadas grandes volúmenes de poroto, harina y aceite de soja con el propósito de “fijar” embarques con las alícuotas actuales: 24,5% en poroto y 26,0% en harina y aceite.
El sistema normativo presente en la Argentina permite registrar exportaciones (DJVE) con hasta un año de plazo de embarque fijando con anticipación la alícuota del derecho de exportación en función del día de registro de la operación a partir de los valores FOB oficial publicados por la Secretaría de Agricultura.
Faltan apenas seis días hábiles para que las alícuotas aumenten al 31,0% en harina/aceite y al 33,0% en poroto, lo que implica, en términos logísticos, que la medida está virtualmente expirada.
A la fecha, para el próximo mes de julio se registraron embarques de harina y aceite de soja por 2.073.375 y 249.224 toneladas respectivamente, mientras que en el caso del poroto la cifra es de 1.150.000 toneladas.
En ese marco, en las últimas dos jornadas los valores negociados por la Soja Rosario Julio 2025 en A3 comenzaron a divorciarse de los precios FOB oficiales para esa misma posición, lo que implica que se acabó el “premio” ofertado por la demanda para originar mercadería con el esquema tributario vigente.
En otras palabras: los precios ya están reflejando, en la práctica, el nuevo esquema impositivo, lo que no requiere demasiado esfuerzo porque la Argentina está en el “pico” estacional de oferta de la oleaginosa al encontrarse en plena cosecha.
Muchos productores aprovecharon la ocasión para comercializar partidas con precio hecho en las últimas semanas. El gran interrogante es qué sucederá a partir del 1 de julio, ya que la plaza podría “secarse” de operaciones de venta, lo que no sería un problema para el mes de julio porque las empresas agroexportadoras ya tienen la mayor parte de los embarques programados con mercadería “calzada”.
Sin embargo, a partir de agosto las agroexportadoras deberían poder volver a retomar compras para mantener el flujo comercial. Parte de un eventual déficit para entonces, en el caso de la industria aceitera, podría ser cubierto por importaciones de poroto paraguayo en el marco del régimen de admisión temporaria.