En la Estación Experimental Gorina, ubicada a las afueras de La Plata, una curiosa foto confirmó una buena noticia para las chacras experimentales de la provincia Buenos Aires. El ministro de desarrollo agrario, Javier Rodríguez, y el presidente de la Academia de Ciencias Agrícolas de Sichuan, Mu Jinyi, plantaron un Ginkgo biloba, una planta milenaria de la medicina china, para anunciar un nuevo acuerdo científico-técnico con ese país.
Se da en el marco de una serie de intercambios de cooperación mutua que mantiene la cartera productiva bonaerense con esa casa de estudios asiática. En el día de ayer, confirmaron que se acordó instalar un laboratorio de biología molecular para las chacras que funcionan como centros de investigación, y que hace décadas generan proyectos productivos en la provincia.
“El objetivo será conseguir el mejoramiento genético en cultivos de especial interés productivo para ambas partes”, confirmaron desde el ministerio que dirige Rodríguez. Se prevé que, de ese modo, se podrán introducir nuevas variedades y habrá recursos para extender la zona productiva.
El último encuentro forma parte de una serie de reuniones, tanto virtuales como presenciales, que ha mantenido la provincia con la prestigiosa academia china, que integra la órbita estatal y tiene 86 años de historia.
De hecho, en 2022 ambas partes firmaron un acuerdo de entendimiento, en el que se comprometieron a la colaboración científico-técnica, el intercambio de especialistas y el trabajo conjunto en proyectos productivos. Las chacras experimentales, dispersas en toda la provincia de Buenos Aires, son el epicentro de muchos de ellos.
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“Todo esto viene a potenciar lo que ya veníamos haciendo”, celebró Rodríguez, que destacó el “socio estratégico” que significa China para la provincia. Los objetivos mutuos están puestos en el control de plagas y enfermedades, bioinsumos, tecnologías agrarias, mejoramiento genético e innovación en pasto, trigo, maíz, soja, sorgo, hortalizas y frutas.
Días atrás, la delegación asiática también visitó la Chacra Experimental Miramar, en donde se habló sobre el cultivo de kiwi. Ese es uno de los aspectos, junto a la soja, en los que más se espera aprovechar el acuerdo de cooperación, mediante el intercambio de variedades y el mejoramiento genético.
Con una amplia trayectoria en la investigación científica, la Academia de Ciencias Agrícolas de Sichuan (SAAS) se atribuye haber colaborado a combatir la pobreza en la zona agrícola de Sichuan. Se estima que más de 6 millones de personas de la provincia del sur estaban en una situación vulnerable, y el impulso de los proyectos académicos ayudaron a modernizar la producción y a mejorar las vías de sustento.
“Mientras se desfinancia la ciencia y la tecnología a nivel nacional, en la provincia sostenemos el valor de la innovación. Y para ello, trabajar con China es fundamental”, señaló el ministro bonaerense.