El fin del verano generalmente relaja los controles sobre las larvas del mosquito. Más que en el dengue, zika o chikungunya, la gente ahora piensa en cómo evitar la gripe o un resfrío, pero desde el Ministerio de Salud insisten en mantenerse alertas y hasta se ha registrado un aumento de casos en ciertos lugares del centro y norte del país.
Eso significa que todavía es necesario reforzar el control de este insecto, que, como nace por eclosión, suele incrementar sus poblaciones tras las lluvias. En las últimas horas, trascendió un estudio del INTA que se suma a otros trabajos previos en el tema y confirma que, además de la tradicional fumigación en vehículos por tierra, o del posible uso de aviones aplicadores, se puede combatir al mosquito desde el agua.
Investigadores del INTA y el Conicet anunciaron que el Australoheros facetus, mejor conocido como “chanchita”, es un pez nativo de la Cuenca del Plata muy efectivo en la lucha contra la plaga. Este anfibio, que habita lagunas, estanques y arroyos, tiene el potencial de consumir más de 500 larvas de mosquito por día.
“La chanchita es resistente, fácil de reproducir, se adapta bien a distintos ambientes y actúa como un eficaz enemigo natural de los mosquitos en su fase acuática”, señaló Ariel Belavi, referente nacional en acuicultura del INTA.
Este descubrimiento promete ayudar a disminuir el uso de agroquímicos en la lucha contra el insecto, y se suma a los desarrollos que, meses atrás, anunció la Facultad de Agronomía de la UBA. El proyecto que lideró la casa de estudios, que incluso fue declarado de interés sanitario por la Legislatura de CABA, había confirmado que las “madrecitas de agua”, Phalloceros caudimaculatus, también sirven para tal fin.
En paralelo, los aeroaplicadores recuerdan que la aviación agrícola también es efectiva en el combate de la plaga, ya que puede brindar una solución rápida y eficaz. Desde la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (Fearca) han impulsado pruebas en Venado Tuerto durante el año pasado contra el Aedes Aegypti, el mosquito transmisor del dengue, y señalan que tuvieron muy buenos resultados.
“La aplicación aérea permite actuar con mayor eficiencia y menor uso de producto por hectárea, reduciendo la población de mosquitos adultos y, por ende, la transmisión del virus”, destacaron desde el organismo sectorial.
Además, señalan que, al poder controlarse la dosis de producto aplicado, con técnicas avanzadas de ultra bajo volumen (UBV), se evita el impacto sobre el ambiente y salud humana.
No es algo nuevo a nivel mundial, pues ya se ha ensayado en muchos otros países como parte de otras estrategias complementarias. En el caso de Brasil, por ejemplo, señalan que “en entornos peridomiciliarios se logra eliminar hasta el 94% de los mosquitos tres horas después de la aplicación, mientras que en el interior de las viviendas la reducción alcanza el 91% a las 24 horas”.
Al igual que sucede con los estudios acuícolas, la aplicación aérea es una de las herramientas que demuestra ser efectiva si se la complementa con otras estrategias.
Por su parte, tras los resultados prometedores de sus investigaciones, desde el INTA confirmaron que se sembraron más de 3.500 chanchitas en 26 ambientes acuáticos de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, y destacaron que hay mucha predisposición por parte de los municipios de sumar este tipo de herramientas sustentables y claves para la salud pública.
En paralelo, el organismo confirmó que hay otras líneas de trabajo muy promisorias en marcha, como las que estudian el uso de camarones de agua dulce como el Macrobrachium borellii y el Palaemon argentinus, también efectivos contra larvas y pupas.
De Raíz: Las mejores plantas e ingredientes naturales para ahuyentar a los mosquitos