Cuando el gerente de producción de Salmon Trout invitó a Santiago Ortega, un joven veterinario especialista en sanidad de peces, a viajar más de 6.000 kilómetros hasta la Patagonia argentina, este profesional no lo dudo ni un segundo. No fue el clima o el paisaje lo que lo convenció, sino más bien la posibilidad de re-enfocar su trabajo.
Mientras que en su país se encargaba de atender a los lotes de peces en criadero en función de las enfermedades que se detectaban, con picos de mortandad que alcanzaban el 25% a 30%, aquí el desafío suponía trabajar en forma preventiva, velando por mantener un estatus sanitario que los principales jugadores del negocio acuícola mundial envidian. Claro que aquí la actividad es casi virgen y por lo tanto todavía permanece a salvo de algunos males.
“Para mí es algo curioso. Yo me sorprendí mucho la primera vez. En Colombia se presentan diferentes enfermedades, y encontrarme con una producción así fue increíble. El proyecto que me comentaron era para manejar el tema de los reproductores y la genética. Eso fue un gran reto porque tuve que aprender. En mi país toda nuestra genética es importada”, contó a Bichos de Campo Ortega.
Ese proyecto de mejoramiento, que se encuentra en marcha desde hace cinco años, no solo apunta a lograr peces de mayor tamaño y con tasas de crecimiento más rápidas, sino también a optimizar su adaptación al ambiente, lo que mejora su respuesta a cualquier agente externo.
“Manejar nuestra propia genética es garantizar la inocuidad del embalse. Cuando uno empieza a importar ovas, no está seguro de que no te entre nada. Depende del muestreo que se haga en el país de origen, pero no es 100% seguro. En cambio, cuando uno tiene sus reproductores, sabe la calidad de los peces que maneja, sabe también qué va a reproducir”, señaló el especialista.
Mirá la nota completa acá:
¿Pero qué sentido tiene traer desde tan lejos a un especialista en sanidad, si el país mantiene el estatus de “libre de enfermedades reportables”? Para Ortega la respuesta es clara.
“¿Cómo garantizar que nunca lleguen las enfermedades? En eso trabajamos, en temas de bioseguridad. Porque muchas empresas, cuando ven que hay ausencia de estas, se confían. Y a pesar de que no las tengamos, tenemos que garantizar las mejores prácticas en todo: en desinfección, en manejo de mortalidad. Eso es lo que garantiza a futuro la inocuidad del producto terminado”, sostuvo.