Por Nicolás Razzetti.-
La pequeña devaluación del peso y la suba de la cotización que tuvo la soja en el mercado de Chicago impulsaron el valor de ese grano en el mercado disponible por encima de los $4000 y con registros de hasta $4.200. Esto aceleró el ritmo de ventas. En efecto, el lunes 3 se negociaron menos de 48.000 toneladas condición cámara a un promedio de $3.842. El jueves, en cambio, el volumen de soja vendida a la exportación había crecido a 176.180 y su valor promedio a $4.144.
El analista Gustavo López, de Agritrend, señaló que “va a traer más fluidez” en el comercio de soja, “no tanto por los cambios en el mercado mundial que, de todos modos tuvieron una mejora,” sino por los mejores ingresos que implica la corrección cambiaria. Hasta el momento se vendió cerca del 35% de la cosecha y los analistas coinciden en que hay un retraso en el ritmo de ventas y en la fijación de los precios de la mercadería entregada a exportadores y fábricas.
López consideró que es conveniente hacerse de los valores actuales: “Podría haber una mejora de 7 u 8 dólares en los próximos meses pero hay que tener en cuenta que guardar la cosecha en silos tiene un costo. Además hay que tener en cuenta el costo financiero de esperar esa suba. Por eso creo que sería conveniente vender”, arriesgó. El consultor agregó que una buena opción podría ser el canje de soja por insumos.
La devaluación también mejoró las cuentas de los exportadores de carne vacuna. Las estadísticas del IPCVA indican que al 4 de julio y con un dólar en Banco Nación de $17,16, el valor del novillo pesado para la exportación era de us$ 1,81. Con el cierre de ayer, el kilo vivo de ese mismo animal pasó a valer us$ 1,75. En menos de un mes el valor de esa categoría medida en la moneda nortemaricana se redujo 15 centavos de dólar y se acerca al valor que se registra en Uruguay, donde ronda us$ 1,65.
El alto costo de la materia prima es uno de los factores que complican el crecimiento de las exportaciones de carne vacuna, que este año registran un magro incremento y que para todo 2017 apenas se incrementarían en 20%.
Pero más allá del problema cambiario, otro gran escollo es la falta de novillos cuyo stock se redujo 50% en la década kirchnerista por las políticas contrarias al desarrollo sectorial. Por eso, desde el sector privado se piden medidas que incentiven la producción.
Al respecto, el consultor Víctor Tonelli dijo: “Es fundamental que haya incentivos fiscales y en la agenda del sector debería ser la prioridad. Si no hay materia prima no vamos a recuperar protagonismo en el mercado mundial”.
En el sector avícola la reciente devaluación del peso “nos llena de expectativas favorables”, declaró Roberto Domenech, el titular del Cepa. Fue esta semana durante los festejos por el día de la avicultura. “La realidad es que la suba de costos en dólares este año fue del 20% y eso nos deja fuera de competencia en el mercado mundial”, explicó.
En el período enero-mayo de este año las exportaciones de carne de pollo aumentaron en volumen 20%, pero respecto de un año que había sido muy malo. Ese crecimiento además se hace sacrificando precios: a pesar del aumento en volumen el ingreso de dólares por la exportación cayó 34%.