Por estas horas, la mayoría de los pequeños productores de yerba mate de Misiones están debatiendo con sus compañeros si levantan la protesta de las últimas semanas y vuelven a cosechar la hoja. Jorge Skripczuk, un pequeño productor de Aristóbulo del Valle, en el centro de la provincia, forma parte de uno de los campamentos más fuertes, el de San Pedro, donde hay muchos que como él insisten en prolongar la huelga, o en su defecto cosechar y vender solo lo justo y necesario para sobrevivir.
En una visita reciente a Misiones, Bichos de Campo le pidió a Jorge que explicara para el público que no sabe las motivaciones de este extensa protesta, que lejos está de concluir más allá de la tregua actual.
Para empezar le preguntamos quiénes son los que protestan. Nos dicen que “acá las chacras son muy pequeñas, con parcelas de 20 a 25 hectáreas la mayoría”. Y allí no siempre es todo yerba mate, sino que convive con té, con tabaco, con mandioca u otros cultivos.
¿Cuántos productores son? Jorge nos dice que hay 13.500 productores que están inscriptos ante los organismos del Estado, pero advierte que “hay otra cantidad de productores que no están registrados, por lo que se estima que andarían en total en 18.000 familias con plantaciones de yerba”.
No todos son iguales y hay distintas realidades. “Hay productores que tienen 100 hectáreas, otros más pero muy pocos. Pero prácticamente el 40% de los productores hoy son de menos de 10 hectáreas de yerba”.
Mirá la entrevista completa:
Como la yerba mate es un especie arbórea que ofrece su producción (sus brotes verdes) todos los años, y durante mucho tiempo, la tarea de los productores es la limpieza de la chacra, la fertilización y empezar con las primeras podas para que se vaya formando la planta.
El proceso siguiente es llevar la hoja verde al secadero para que haga el primer proceso de secado para después proceder al estacionado de la yerba canchada. “Hay productores que hacen la cosecha de manera particular, hay otros productores que lo prefieren tercerizar el servicio, a prestadores que hacen el traslado de la hoja verde hasta el secadero”. Luego del estacionado de por lo menos un año, recién ahí la cosecha ingresa a los molinos.
Pero en cualquier caso el colono debe implantar el cultivo y esperar no menos de cinco años para comenzar a obtener cosechas que amorticen esa inversión.
Jorge nos cuenta que hay muchos productores chicos de un lado pero la oferta se va concentrando a medida que avanzamos en la cadena. “En la etapa final son pocos molinos que hay acá en la provincia de Misiones y en Corrientes que están llevando la mayor parte de la producción”.
Por esa razón fue que se creó en 2002, por ley de la Nación, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). “Hoy nosotros decimos que la historia se repite, porque esto ya lo vivimos allá en el 2000. Hoy está pasando lo mismo porque se está tratando de monopolizar en grandes productores. Y bueno, el problema es que con esto se va a producir el éxodo rural, donde el productor va a terminar malvendiendo su chacra y va a terminar en las periferias de los pueblos y dependiendo por ahí de un plan social, o de ser dependiente del Estado para sobrevivir”, define el yerbatero.
¿Pero por qué se repite la historia? Porque el gobierno de Javier Milei se negó a mantener esta actividad de precios regulados, como habían hecho Menem y Cavallo en la década del 90, dejando a los pequeños productores a suerte del mercado.
“Venimos pidiendo desde enero de 2024 que se nombre un presidente del Instituto, que es la facultad del Presidente de la República, no lo está haciendo. Le limitaron las facultades al Instituto de todo lo que tenía. Hoy puede hacer promoción y capacitación, nada más. Lo demás lo van tercerizando a otros entes del Estado”, relata Jorge.
-Entonces, ¿qué función perdió con esa decisión política de salir del medio y dejar de intervenir?
-El control sobre todas las cosas. La actividad tiene que estar regulada por el Estado o el ente que corresponda. Hoy las grandes empresas van oprimiendo para tratar de que el pequeño productor desaparezca.
Skripczuk cuenta que a partir de la deserción del INYM en la regulación de precios de referencia, “los precios se vinieron abajo. Imagínense que en enero de 2024 estaba 370 a 400 pesos un kilo de hoja verde. Y hoy se está hablando de 170, 140, dependiendo del lugar y dependiendo de la industria”. Es la mitad de lo que se cobraba el año pasado y en el medio hubo una inflación de 100% o más, porque el gasoil que estaba 380 pesos ahora vale 1300 pesos.
Las preguntas se nos amontonan:
-¿Y cuál es la situación hoy del productor? ¿No llega a cubrir los costos? ¿Hay una situación de abandono de chacras ya? ¿Qué se puede vislumbrar?
-No solamente que no llega a cubrir los costos con estos precios que están ofreciendo hoy día, sino que también los pagos diferidos cambiaron. En 2023 el pago era contado, hoy el plazo más corto son 30 días, hasta 120, 180 días. Cuando el productor termina de cobrar su cosecha, es una migaja que no le alcanza ni para el servicio básico, ni para pagar una boleta de luz.
Le apuntamos a Jorge el argumento de los molinos, que dicen que los precios bajaron tanto debido a una supuesta súper producción de hoja verde, mientras cae el consumo. “Son cosas que por ahí nosotros no estamos de acuerdo, se habla de superproducción. Nosotros sostenemos que este año va a haber una merma importante por distintos factores. El clima en la zona sur ha golpeado muy fuerte. Las otras son las labores culturales que el productor no está haciendo, justamente por el combustible caro, el fertilizante caro. No se están cuidando los yerbales como deberían ser. Nosotros venimos advirtiendo ya hace un tiempo que va a haber una merma de un 25% a 30% de oferta de hoja verde.
La última pregunta es clave: ¿Qué gana la industria estrangulando la rentabilidad del productor? ¿No se supone que son aliados?
Jorge responde como en todo el reportaje, sin perder la calma ni la paciencia: “No solamente al pequeño productor sino también a los pequeños secaderos. Porque al no haber fijado un precio de la hoja canchada, tampoco tienen un valor de referencia ellos. Entonces estamos prácticamente en la misma situación los productores con los pequeños secaderos”, explica primero.
Y luego toma valor para completar la respuesta: “Hubieron años de vacas gordas en los 80. Hubieron años que -como los 90- donde trataban de que desaparezcan los cultivos de yerba. Después vinieron años mejores, que la gente pudo mejorar su herramienta de trabajo, cambiar su tractor, comprarse una camioneta, hacerse una casa como corresponde en la chacra. Bueno, hoy todo eso se está perdiendo. Por eso bregamos para que el productor no termine regalando su tierra y vaya a parar en manos de algunos grandes”.
-Desde tu óptica, ¿Cómo se sale de esta crisis? ¿Qué es lo que debería hacer un Estado que piense en cómo resolver las cosas?
-El Estado tiene que cumplir su función como tal, regular, porque esta es una de las actividades que, como otras economías regionales, tiene que estar regulada. Y eso se quedó marcado con el funcionamiento del INYM, que bien o mal aportaba muchísimo para el sector, y el productor vivía medianamente bien, cobraba un precio razonable por su materia prima. Hoy el Estado tiene esa responsabilidad de velar por sus ciudadanos, tratando de regular eso.
No lloren, es lo que votaron ustedes, su yerba se la van a tener que meter en algun lugar, las yerbateras importan la yerba canchada a mitad del precio de la hoja verde que piden ustedes.
Los ignorantes y odiadores votan en contra de alguien, no a favor de si mismos.
Viva la libertad carajo!!
Estan fundidos pero son libres, ahora tienen la libertad de ir a vivir abajo de un puente!
Y olvídense del peroncho que van a venir a hacerse cargo del desastre cuando caiga este payaso loco, esta vez no los va a salvar, los peronchos no van a salvar mas buitres para que después les arranquen los ojos
No tenes idea de nada
La yerba siempre fue rentable por la intervención del gobierno y ahora que se liberó no saben que hacer, el resto de productores de mandioca hortalizas y tabaco, toda la vida dependemos del libre mercado y de igual manera seguimos produciendo ; ahora que tienen que competir no saben que hacer, tienen 2 hectáreas de yerba y quieren vivir bien .
Jorge Skripczuk la única razón es que salieron en los tractores a festejar con la motosierra. ,sIEMPRE CREEN QUE EL PLANERO ES EL OTRO HASTA QUE TE DAS CUENTA QUE PLANEROS DOMOS TODOS
Y EL PLANERO PRINCIPAL ES GALPERIN ¡ZONZO!
Tristisimo todo lo que está produciendo en nuestra gente este gobierno de garkks. Van a contramano del mundo. El libre mercado es tan malo como el comunismo. Despues ,si tenemos dirigentes corruptos es otra cosa