Para minimizar el devastador impacto de las olas de calor en las plantas de balcón, Gaby Escrivá se anticipó durante la celebración de la Expo Rural 2024, en pleno invierno, y explicó métodos para reducir este impacto de 3ese fenómeno en las plantas, sobre todo en macetas.
El equipo de De Raíz entrevistó a la experta, quien comparte su vasto conocimiento en jardinería y huertos con una audiencia europea a través de una revista especializada, y ofreció valiosos consejos para mitigar los efectos de las altas temperaturas.
“Los balcones presentan desafíos únicos y complejos debido a su particular exposición solar”, articuló Gaby Escrivá. “En aquellos balcones que gozan de una orientación hacia el norte, por ejemplo, las plantas se ven sometidas a un sol abrasador desde la media mañana hasta el crepúsculo. Esta prolongada exposición puede elevar la temperatura de las macetas hasta alcanzar los 80°C, desencadenando un daño significativo en las raíces y comprometiendo la salud general de las plantas”.
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Con una visión clara de las necesidades de las plantas en estas condiciones extremas, la experta sugirió una serie de medidas preventivas. Una de ellas consistió en envolver las macetas metálicas con materiales aislantes, que actúan como un escudo protector contra la radiación solar directa. Alternativamente, recomendó la creación de una especie de “mediasombra” alrededor de las macetas, un método que proporciona una barrera adicional contra el calor sofocante.
Además, Escrivá destacó la importancia de la agrupación estratégica de las plantas. Aconsejó colocar aquellas especies que demuestran una mayor resistencia al calor en la parte frontal del balcón, mientras que las plantas más sensibles deben ubicarse en la parte posterior, donde disfrutan de una mayor protección. Esta disposición inteligente crea “islas” de frescura, microclimas que mitigan el impacto del calor extremo.
En cuanto al riego, la experta enfatizó la necesidad de una hidratación oportuna y adecuada. Aconsejó realizar el riego durante las primeras horas de la mañana, asegurando que las plantas estén suficientemente hidratadas antes de que el sol alcance su punto álgido. Este enfoque preventivo minimiza el riesgo de estrés hídrico, una condición que puede debilitar gravemente a las plantas. También recomendó un riego adicional al final del día, especialmente en el caso de las macetas de plástico, que tienden a calentarse más rápidamente.
Durante las olas de calor particularmente intensas, Gaby Escrivá propuso una solución de emergencia: la inmersión de las macetas en un balde con agua. Esta técnica asegura una hidratación profunda y completa del sustrato, restaurando el equilibrio hídrico de las plantas y revitalizándolas ante el estrés térmico.
Sin embargo, así como las olas de calor son una realidad, también lo son las tormentas fuertes. Ante esta previsión, es fundamental tomar precauciones adicionales para evitar que las macetas se conviertan en proyectiles peligrosos. Asegurar que las macetas estén adecuadamente fijadas o resguardadas puede prevenir accidentes y lesiones a personas o daños a propiedades, garantizando un entorno seguro durante estos fenómenos meteorológicos extremos.