Los productores de peras, manzanas, mandarinas y naranjas serán protagonistas este martes de un “frutazo” en Plaza de Mayo. El acto, al que convocan la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén y
la Federación del Citrus de Entre Ríos (FeCiER), intentará dar visibilidad a la crisis que esas economías regionales arrastran desde hace años.
“Buenos Aires siempre nos queda lejos, pero es el mejor escenario para mostrar el problema de costos que atravesamos los citrícolas en el Litoral, y los frutícolas en el Alto Valle. Por eso regalaremos 25.000 kilos de frutas junto a un folleto informando nuestra situación”, dijo en Bichos de Campo Fernando Borgo, productor e integrante de la FeCiER.
“Solo queremos visibilizar nuestra problemática en la ciudad donde Dios atiende, y explicarle a la gente que no somos los culpables nosotros de los altos costos de lo que pagan en verdulerías”, expresó.
Escuchá lo que nos decía Fernando Borgo:
El productor recordó lo que sucedió recientemente con Ecofrut, una exportadora de peras y manzanas del Alto Valle que pidió entrar en concurso de acreedores. “Esto demuestra que la variable de ajuste siempre terminan siendo los productores y consumidores. Los operadores del medio y el Estado son los grandes artífices que hay en esta brecha entre el precio que recibimos nosotros, y el precio que pagan los consumidores”, se quejó Borgo.
El citricultor remarcó que esta crisis de la economía regional de frutas “viene de arrastre”, y destacó la necesidad de mejorar la competitividad a la hora de exportar: “Podemos abrir cientos de mercados al mundo, pero si no logramos competir con costos razonables, no hay forma de poder vender nuestra fruta. Hoy exportar fruta equivale a subir al ring con las manos atadas”, comparó.
En ese sentido, explicó que “hoy hacer un kilo de mandarinas y naranjas nos cuesta 5 pesos, siempre dependiendo de las distintas variedades. Pero ese es el promedio del costo de producción, cuando a nosotros los productores nos pagan sólo 3 pesos el kilo de fruta. Y eso en el mejor de los casos, ya que nos pagan incluso por debajo. Por un kilo de mandarinas por ejemplo, entre 1,50 y 2 pesos el kilo. Por eso sabemos que en muchos casos quedará fruta en la planta, porque no podemos ser rentables”, razonó.