Finalmente, tal como lo había adelantado Bichos de Campo, el gobierno nacional prorrogó la puesta en marcha del sistema obligatorio de trazabilidad individual para todo el rodeo vacuno –también bubalinos y cérvidos–, que debía comenzar este año, pero ahora se iniciará en 2026.
Por medio de la resolución 19/2025, publicada este lunes en el Boletín Oficial, se determinó que a partir del 1 de enero de 2026 los productores ganaderos argentinos deberán identificar todos los terneros/as al destete o al primer movimiento.
La normativa original señalaba que la fecha límite para identificar electrónicamente a terneros/as era el próximo 1 de marzo, mientras que para el resto de las categorías se establecía como plazo máximo el 1 de julio de 2026.
La novedad introducida por la resolución 19/2025 es que no establece una fecha límite para el resto de las categorías, lo que implica que el gobierno verificará seguramente la implementación de la primera fase del programa para luego extender la obligación a todo el rodeo vacuno.
En los fundamentos de la resolución 19/2025, se reconoce que el motivo de la prórroga es que “el licitante comunicó formalmente su imposibilidad de cumplir con la entrega de los dispositivos en las condiciones, cantidades y plazos previstos en el pliego”.
Se trata del consorcio integrado por la suiza Datamars y una filial local llamada Farm Tech Argentina SA, que resultó ganador de la licitación realizada por el Estado nacional argentino para adquirir 23,5 millones de caravanas electrónicas, de las cuales 10 millones tenían que ser entregadas en el primer trimestre de este año, algo que jamás sucedió.
“Dada la proximidad de la fecha de entrada en vigencia de la norma en cuestión, resulta fácticamente imposible abastecer la demanda de dispositivos electrónicos necesarios conforme las condiciones, metodología, y tiempos previstos”, señala la norma publicada este viernes.
El Estado argentino se comprometió a hacerse cargo del costo de la caravana electrónica durante el primer año del régimen. Para eso se recurrió a financiación de una línea de crédito de un organismo del Banco Mundial.
Uruguay hace dos décadas que tiene trazabilidad bovina individual obligatoria para el 100% del rodeo y allí el Estado se hace cargo todos los años de adquirir las caravanas electrónicas y distribuirlas.