Recientemente, un grupo de diputados argentinos coordinados por al Fundación Barbechando viajó a Brasil para aprender sobre el modelo de la Bancada Ruralista, que en el vecino país impulsa políticas a favor del agro en el Congreso, más allá de los partidos políticos. Se considera que esa acción ha sido una de las claves del modelo agroexportador brasileño, que ahora lidera en varios rubros a escala global.
Ahora Barbechando debería organizar una misión inversa para que algunos diputados brasileños vengan a la Argentina para ver en el territorio el impacto negativo que pueden llegar a tener las retenciones o derechos de exportación sobre la economía. Y es que hay un grupo de legisladores vinculados al oficialista PT (Partido de los Trabajadores) que propuso la imposición temporal de impuestos a las exportaciones agroindustriales como herramienta para poder hacer frente a la suba de precios locales de los alimentos.
Si algo puede demostrar la decadente experiencia argentina es que las retenciones a la exportación no es una herramienta que evita la inflación interna de los alimentos.
Pero es así, frente a una tendencia alcista de los precios internos, en Brasil hay sectores del oficialismo que ha empezado a agitar esta posibilidad de aplicar retenciones.
Según el diario Folha de Sao Paulo, miembros del PT defienden medidas consideradas heterodoxas para obligar a bajar el precio de los alimentos, incluida la imposición temporal de impuestos a las exportaciones de soja o carnes. Uno de ellos es Paulo Teixeira, al actual ministro de Desarrollo Agrario de Brasil. En 2022, cuando se desempeñaba como diputado federal, firmó un proyecto de ley junto con 21 colegas del PT que establecían impuestos a las exportaciones de cereales y carne, si fuera necesario.
En entrevista con Globo News, Teixeira afirmó que el gobierno abordará “todas las variables” para intentar reducir el costo de los alimentos en 2025. El tema fue discutido con el presidente Lula Da Silva y otros ministros el viernes pasado y es la prioridad del Ejecutivo para este año.
“Evidentemente quien fija el precio no es el gobierno, es el mercado. Pero cualquier cosa que podamos hacer para asegurar que se adopten los estímulos, pondremos en marcha todas las políticas para ayudar al mercado a tener mayor oferta ante el aumento de la demanda”, afirmó el ministro. Anteriormente, el ministro de la Casa Civil, Rui Costa, había dicho que también estaba sobre la mesa la posibilidad de reducir los impuestos a las importaciones.
Teixeira enumeró los distintos frentes buscados por el gobierno para el control de precios. “Aumentar el crédito agrícola, aumentar la asistencia técnica, atender el tema del Bono Alimentación, atender el tema de hablar con los sectores productivos: sector productivo de carne, sector productivo de soja, sector productivo de maíz, incrementando el diálogo con estos sectores”, mencionó.
En el congreso, la iniciativa para aplicar derechos de exportación fue desechada por la denominada Bancada Ruralista, que es mayoritaria en el Congreso. El proyecto 1586/2022 fue rechazado en tres comisiones de la Cámara y está a la espera de análisis en una cuarta comisión de trabajo.
En el marco de una nueva discusión por la suba de precios de algunos alimentos básicos, el debate ha vuelto a surgir. Tanto que durante una misión al Parlamento Europeo en Bruselas, el presidente del Frente Parlamentario para la Agricultura, diputado Pedro Lupión, y la vicepresidenta del FPA y ex ministra de Agricultura de Jair Bolsonaro, la senadora Tereza Cristina (PP-MS), criticaron la postura del Partido de los Trabajadores interesadas en un impuesto transitorio a las exportaciones agrícolas brasileñas.
Tal movimiento tendría como objetivo reducir los alimentos enviados al exterior, con un supuesto aumento de la oferta en el país y, en consecuencia, generar una reducción del precio de los alimentos a través de una intervención en el mercado.
Lupión criticó la postura de ese sector del PT que defienden esta medida “irrazonable” con el único objetivo de perjudicar al sector agrícola brasileño. “Vinimos con una misión al Parlamento Europeo, para defender la producción ambientalmente sustentable y el gran potencial que tiene Brasil para alimentar al mundo, y vemos noticias como ésta, desde alas del PT, remando ‘contra corriente’ y trabajando en contra de las políticas económicas. desarrollo de los brasileños”, se lamentó.
Tereza Cristina rechazó de inmediato la propuesta del PT: “Dios mío, ¿seguirán siempre por el camino equivocado? Salgan del camino, valoren la agricultura brasileña y todo el gran trabajo de seguridad alimentaria que realiza nuestro sector”, reclamó.
Lo curioso es que ese Bloque Parlamentario, en un comunicado, recordó que “una medida similar fue adoptada por el gobierno de Cristina Kirchner, en Argentina, y generó cierres rurales, cortes de carreteras, desabastecimiento y aumento de la inflación en ese país”, en referencia al conflicto de 2008.