La caída de la oferta de ganado con destino a la faena en Estados Unidos impulsó los precios a niveles récord.
El kilo de novillo en gancho ronda los 7 dólares aunque, según contaron analistas del sector, hay cada vez más negocios en torno a los 8 dólares. El kilo por animal en pie supera los 4 dólares y el rinde estimado en ese mercado es de 62% a 63%. En el caso de la invernada, los precios superan los 7 dólares el kilo.
Ese valor es casi el doble de lo que le cuesta a la industria argentina el kilo de novillo, donde se pagan 4,20 a 4,30 dólares, y es más alto todavía del que hay en los demás países de la región. En Uruguay el precio ronda los 4,15 dólares, en Brasil 3,65 y en Paraguay 3,50 dólares por kilo.
Los incrementos de precios en los Estados Unidos se deben a la caída en la oferta de ganado, a causa de una mayor retención de parte de los criadores que están recomponiendo stocks, luego de la alta faena de los últimos años por las continuas sequías.
Aún así, la causa de la suba tiene más que ver con el achique de la cantidad de animales que es la más baja en varias décadas.
En los últimos años el stock se redujo de 94 a 87 millones de animales, cerca del 8%, aunque para este año se prevé una nueva baja, dato que se conocerá a fines de mes. La caída de terneros para el engorde fue también cercana al 8%.
Esto se traduce en la creciente necesidad de importar carne de parte de ese mercado. Según las estadísticas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la brecha entre exportaciones e importaciones sería este año de 800.000 toneladas, el valor más alto desde los casos de vaca loca que se dieron a inicios de siglo.
La necesidad de carne vacuna de Estados Unidos se refleja en las ventas de Brasil, gran oferente global, que en las primeras semanas de enero ya cubrió el cupo llamado “Otros Países” y que es de 60.000 toneladas.