La aceptación del fracaso es un buen modo de comenzar a corregir las cosas. En una resolución del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) que se conoció este miércoles en el Boletín Oficial, la Disposición Conjunta 1/2025, arranca reconociendo que hay un gran porcentaje -el 35%- del mercado de frutas cítricas emite el Documento de Tránsito Sanitario Vegetal Electrónico (DTV-e) antes de enviar sus cosechas al mercado, pero luego no cierra el circuito, con lo cual se sospecha que miles de toneladas de limones o naranjas se venden al margen de las reglas. En negro.
El DTV-e es un permiso sanitario para la venta de mercadería que actúa como herramienta de control de la competencia desleal en el sector frutihortícola. Nació en febrero de 2015 y en agosto de 2018 el gobierno de Mauricio Macri, en un acuerdo entre Senasa y AFIP, decidió que fuera electrónico. Los diferentes vegetales producidos y comercializados en la Argentina se irían incorporando gradualmente y no pod´rian transportarse al punto final de venta sin ese documento.
El Senasa sigue pensando que es una herramienta válida, afirmando en su nueva resolución que “el DTV-e ha demostrado ser uno de los avances en el desarrollo de nuevas herramientas creadas para el control y el seguimiento de la identificación y trazabilidad en la cadena de importación, producción, procesamiento, almacenamiento y comercialización de frutas y hortalizas”. Pero a la vez admite que todavía “resulta necesario mitigar el impacto del comercio desleal sobre aquellos productores que dan cumplimiento a la reglamentación vigente y prevenir el movimiento de productos de origen vegetal de procedencia dudosa cuyas condiciones de calidad e inocuidad puedan afectar a la población”.
Este mercado “dudoso”, queda claro, incluye los frutos cítricos. Allí los operadores estarían tramitando los DJVe, pero luego no cierran las operaciones en el sistema electrónico, dando idea de que la mercadería finalmente pudiera tener un destino diferente al declarado.
En su nueva disposición, el Senasa reconoce el problema: “Se han observado que para el período 2024 – enero 2025 hay un porcentaje del 35% de DTV-e de fruta cítrica vencidos sin cerrar y determinados operadores cuentan con un 83% de DTV-e en estado Anulado y un 17% Sin arribo lo que evidencia patrones de presuntas conductas irregulares”.
“Por este motivo, se requiere realizar desarrollos complementarios en el sistema de gestión del DTV-e tendientes establecer medidas que desincentiven los traslados irregulares y eviten la emisión de documentos simulados, comprometiendo a establecimientos receptores que no hayan dado una conformidad previa para su recepción”. define el organismo sanitario, que en este caso también hace las veces de controlador del comercio.
Para reconducir estos controles, el organismo decidió que -antes de emitir un DTV-e para el traslado de frutas cítricas- el operador deberá presentar también “la aceptación previa” de parte del supuesto destinatario de cada envío, con “la finalidad de mejorar los mecanismos de control del movimiento de productos de mayor riesgo”.
En materia sanitaria el comercio de cítricos ofrece riesgos no solo por la expansión de la temible enfermedad HLB de los cítricos, sino también porque las especies son hospederas de otras plagas, como la mosca de las frutas.
Entonces la disposición, ajustando el torniquete, dispuso que “se establece como obligatoria la aceptación previa del envío por parte del destinatario como condición necesaria para la emisión del DTV-e para todos los productos vegetales detallados en el Anexo de la presente norma”. En ese anexo aparecen 1. Naranja
2. Naranja agria 3. Pomelo 4. Limón 5. Mandarina 6. Cidra 7. Lima 8. Lima rangpur 9. Lima acida 10. Bergamota 11. Tangelo 12. Tangor y 13. Kumquat
La exigencia adicional a los operadores de cítricos comenzó a regir hoy mismo.