El último informe de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF) muestra con claridad el proceso de vaciado de los corrales en las últimas semanas, que coinciden con un período de pérdidas importantes luego de un primer semestre bueno para el sector.
Este último mes el ciclo de engorde termina con resultado en rojo furioso. Según las cuentas de los feedloteros, por cada novillito que mandaron a faena pierden 100.000 pesos. Pero si además se computa el pago de impuestos y el costo financiero, el quebranto por animal llega a 167.000 pesos.
Ese mal resultado económico se da en gran medida por la caída del poder de compra del consumo -que deprime los valores de la carne- y gracias a que los insumos como el maíz y la soja, claves en la alimentación, todavía pagan derechos de exportación. Si el gobierno atendiera el reclamo de los productores de granos, muchos de los cuales tienen incorporada esta herramienta productiva, las pérdidas serían mucho mayores.
Estos resultados se dan a pesar de las subas que se registraron en los precios del ganado en noviembre, cuando la suba fue de 20%, lo que achicó la distancia con el valor del ternero.
De acuerdo a las estadísticas que elabora esta cámara, al inicio del mes la ocupación en los corrales era de sólo 59%. La baja en la ocupación es de 8% con respecto al arranque de noviembre.
El otro dato que se destaca es la caída en el índice de reposición de hacienda, que se redujo a 0,69, lo que indica que por cada animal que mandan a los frigoríficos entra casi medio.
Este proceso de vaciado ofrece una perspectiva de una menor disponibilidad de ganado al menos en el primer cuatrimestre del 2025.
Una menor oferta de ganado vacuno desde los corrales, más libertad para exportar y cierta recuperación del consumo de carne vacuna podría derivar en una suba de precios sobre todo con el inicio de clases previsto para fines de febrero o marzo de 2025.
Por ahora, las cotizaciones de la hacienda tienen un retraso del 50% con respecto a la inflación o el resto de los precios de la economía. Respecto de los valores alcanzados en enero, el novillo ahora se paga 59% más, el novillito 62% por encima y las vaquillonas un 58% más, mientras que en el caso de las vacas la mejora fue de 48%.
Todas las categorías ganaderas requieren de una recomposición de valores que compensen el atraso respecto de la inflación y de los costos de la actividad, lo que queda demostrado en las cuentas negativas del resultado del engorde a corral.