Si ya no sorprende la reacción de los dirigentes rurales frente a las promesas vanas de Javier Milei, al que aplauden cuando les dice que va a bajar las retenciones sin precisar ni cuánto, ni cuándo ni cómo, más curiosa es todavía la situación que se plantea desde el PRO, que pretende establecer un cronograma de reducción de los Derechos de Exportación (DEX) que debería comenzar a regir incluso antes de que el Congreso pueda aprobar la ley correspondiente.
La contrariedad surge del texto presentado por el economista y diputado del PRO, Luciano Laspina, quien en un bien intencionado proyecto de ley propone reducir ese tributo aduanero un 0,35% cada mes a partir de marzo de 2025, para llegar a 0% en el mediano o largo plazo, según cada producto. “Esto equivale a una reducción anual de 4,2 puntos porcentuales. Para la soja, por ejemplo, las retenciones bajan a la mitad en 4 años y desaparecen totalmente en 7 años”, explicó el diputado en sus redes sociales.
Hoy presenté un proyecto de ley que impulsa una profunda liberalización y desregulación del sector agropecuario y elimina las retenciones en un plazo prudencial. Retenciones y cepo son el instrumental clásico para esquilmar exportadores. Eso debe cambiar ya! Abro hilo:
— Luciano Laspina (@LaspinaL) December 10, 2024
¿Y cuál es el problema? Para empezar, que es sumamente dudoso que el Congreso pueda aprobar un proyecto de este tenor antes de marzo de 2025, fecha en la que el propio Laspina propone que comience a reducirse progresivamente la alícuota actual, que en el caso de la soja es de 33% y en el resto de los granos de 12%.
Laspina no puede desconocer esta contradicción. Presentó su iniciativa este lunes, cuando todavía se discute si el Poder Ejecutivo convocará a sesiones extraordinarias (y con un temario que ni siquiera incluye el Presupuesto 2025). Luego vienen las vacaciones, y con suerte las primeras sesiones en la Cámara de Diputados sucederían en marzo del próximo año. El proyecto debería pasar primero por las comisiones, que antes deben elegir sus autoridades. Pasar luego al Senado. Y todos los etcéteras del caso.
Es decir que uno de los principales economistas del PRO propuso algo que, desde el vamos, resulta impracticable. No parece ser mucha más seria entonces esta propuesta respecto de la incertidumbre sobre el tema de las retenciones que surge de Milei y su ministro Luis Caputo.
Queda entonces la iniciativa de Laspina como una propuesta más testimonial que otra cosa, que pretende en todo caso amrcar una agenda y un sendero semejante al que aplicó Mauricio Macri en la primera etapa de su gobierno, cuando planteó una reducción a cero de todas las retenciones menos las de la soja, que se iban reduciendo mes a mes. En aquel momento, de todos modos, el PRO era más generoso que ahora, ya que le tributo descendía medio punto por mes, un 6% cada año.
El proyecto del diputado macrista propone ahora “Redúcese en un 0,35% mensual la alícuota del derecho de exportación aplicable a las mercaderías
comprendidas en las posiciones arancelarias de los Capítulos 1 a 24, Capítulos 41 a 43, y Capítulos 50 a 54 de la Nomenclatura Común del Mercosur. Dicha
reducción operará desde el mes de marzo de 2025 y se extenderá hasta tanto se alcance una alícuota del 0% para cada posición arancelaria, debiendo
aplicarse la reducción correspondiente a partir del primer día hábil de cada mes”.
Hecha la salvedad sobre las fechas, más útiles a que haya algún avance concreto en esta materia, y no solo propuestas que terminan diluyéndose ante la intransigencia del Ejecutivo, parecen ser otros dos artículos de la propuesta de Laspina: En uno propone “derógase el artículo 755 de la Ley 22.415 y sus modificatorias (es el código aduanero, en el cual se apoyan todos los gobiernos para fijar retenciones sin pasar por el Congreso)”. En el segundo plantea que “el Poder Ejecutivo no podrá elevar las alícuotas previstas en el cómputo del artículo 1 de la presente ley o las vigentes al 31 de diciembre de 2024, la que sea menor, ni dictar normas que afecten la libre fijación de precios en los mercados domésticos de los productos alcanzados por la presente ley”, salvo que sea una rebaja.
Por otro lado, Laspina deja la puerta abierta a que se reimplanten los diferenciales históricos en las retenciones a la soja, puesto que autoriza al Ejecutivo “a establecer una alícuota diferencial de hasta el 2% para los derechos de exportación de los productos primarios oleaginosos alcanzados por la presente ley cuando por razones económicas fundadas se requiera su aplicación para incentivar la agregación de valor en la cadena productiva”.
Curiosamente fue el propio gobierno de Macri, en la gestión como ministro de Luis Miguel Etchevehere, el que anuló ese diferencial para penalizar las exportaciones del poroto de soja sin valor agregado.
Esta es el texto completo del proyecto:
LASPINA - Ley de Reparación Histórica al Campo Argentino
NO SABE y, entonces, ” no la ve ”
Todo lo q dejase de recaudar el estado x retenciones, irá mayormente hacia los bolsillos de los locadores RENTISTAS pasivos.
Hoy los arriendos están por las nubes. Los arrendatarios son quienes producen casi el 70% de los granos y continúan sacándose los ojos x los lotes con buena aptitud. Una baja de retenciones, hará q esa puja se convierta en salvaje y, entonces, los dueños de las tierras recibirán ofertas mayores para arrendar cobrando a qq. fijos