El título de la nota de nuestra sección Valor Soja era premonitorio: en abril de 2023 se publicó que “El Inase determinó que todas las semillas de avena deberán ser fiscalizadas y se armó la polémica”.
Decía aquella nota que las autoridades del Instituto Nacional de Semillas (Inase) dispusieron desde el 1 de enero de 2025 que toda semilla de las especies Avena sativa L. y Avena bizantina K. Koch que se comercialicen en el territorio argentino deberán ser de clase fiscalizada. Y advertía que la decisión -establecida mediante Resolución 216/2023-, “generó polémica en el ámbito semillero porque, en la actual coyuntura, podría resultar contraproducente”, ya que “la fiscalización obligatoria incrementará los costos para las empresas semilleras y, por ende, hará subir los precios del producto en el mercado formal”.
Más de un año y medio después, con la normativa a punto de entrar en vigencia, el Inase aceptó que su decisión presentaba contrariedades.
El Inase determinó que todas las semillas de avena deberán ser fiscalizadas y se armó la polémica
Por eso, el instituto dirigido por Claudio Dunan acaba de publicar en el Boletín Oficial la Resolución 631/2024, que en principio no modifica el objetivo de la primera norma pero sí flexibiliza las fechas de aplicación, estirando gradualmente este proceso hasta 2028.
Dice la nueva resolución, aplicando una fórmula mixta entre el “se debe” y el “se puede” que “a fin de promover el recambio varietal que el sector necesita, sin generar perjuicios a las empresas que así lo entienden, resulta necesario establecer un mecanismo paulatino de incremento de la fiscalización de semilla, inclusive de los cultivares de dominio público”. Según la visión del nuevo gobierno, este mayor plazo “permitirá también afianzar los mecanismos de control implementados” desde el Estado “sobre el comercio de semillas de esta especie, a fin de combatir debidamente el circuito ilegal”.
En definitiva, el INASE modificó la primera resolución desplazando por tres años, hasta el 1 de enero de 2028, la fecha de entrada en vigencia de la obligación de que “toda semilla de las especies Avena sativa L. y Avena bizantina K. Koch que se comercialice en el territorio nacional deberá ser de Clase Fiscalizada”.
En cambio, estableció un esquema paulatino de promoción de la semilla fiscalizada, que tendrá las siguientes etapas:
- 20% de la semilla deberá ser fiscalizada en el año 2025.
- 40% en el año 2026.
- 80% en el año 2027.
- Y finalmente todo el mercado debería quedar formalizado en 2028.
Para evitar truchadas en este proceso, el Inase agregó que “queda prohibida la identificación de semilla si no se realiza la producción y comercialización de material fiscalizado”.
En la explicación de estos cambios, el organismo señaló que “actualmente el mercado de semillas de avena se sustenta en la multiplicación y comercialización, como Clase Identificada, de semilla de variedades de dominio público, es decir, lanzadas al mercado hace más de 20 años. Esta semilla es producida bajo condiciones particulares, sin inspección oficial y, comercialmente, resulta en general un proceso más económico que el sistema de fiscalización”.
Pero también se marca que la formalización es necesaria por cuanto “la evolución tecnológica del germoplasma requiere de procesos de inspección y seguimiento oficial que aseguren, al adquirente, la identidad varietal y calidad de la semilla”.