En esta época del año, el jazmín del Cabo empieza a florecer, llenando los jardines y espacios al aire libre con su fragancia inconfundible. Esta planta, una de las más elegantes y atractivas que existen, se destaca por su forma redondeada y sus flores blancas, perfumadas y llenas de encanto, que aparecen cada primavera.
La Gardenia jasminoides, como se la llama científicamente, es un arbusto ornamental que se ganó un lugar especial en jardines y terrazas. Su popularidad no solo se debe a su estética, sino también a su versatilidad, ya que sus flores son ideales para decorar floreros y perfumar el hogar. Este año, el jazmín del Cabo vuelve a estar en el centro de atención como una de las especies preferidas entre quienes disfrutan de las plantas ornamentales. Su perfume y elegancia lo convierten en una opción imprescindible en mesas festivas.
El jazmín del Cabo pertenece a la familia de las Rubiáceas y es originario de Asia, África y Oceanía. Este arbusto perenne, con hojas verdes brillantes y flores blancas o crema de perfume intenso, florece entre la primavera y el verano. A medida que las flores envejecen, adquieren un tono amarillento que añade un toque delicado a su atractivo. Con los cuidados necesarios, puede llegar a medir hasta dos metros de altura. Para su desarrollo óptimo, necesita buena iluminación, aunque protegida del sol directo del mediodía, y un riego abundante, evitando encharcamientos. En verano, es recomendable regarlo cada 4-5 días, mientras que en invierno basta con una vez por semana. Pulverizar agua sobre el follaje también es beneficioso, siempre cuidando de no mojar las flores.
El sustrato ideal para esta planta debe ser ácido, rico y fresco. Es importante fertilizar al comienzo de la primavera y durante la floración. Como todas las plantas, puede ser atacada por plagas como pulgones, arañas rojas y cochinillas, que deben tratarse con productos específicos o eliminarse manualmente. Para mantener su forma y fomentar un crecimiento compacto, se recomienda podar a finales del invierno. La reproducción es sencilla, ya que se realiza mediante esquejes semileñosos, lo que facilita la propagación para quienes deseen multiplicar esta especie en sus espacios.
Conservar las flores del jazmín frescas por más tiempo es sencillo gracias a un truco compartido por Gabriela Carozzi de Flores porque si. Según la especialista, es clave preparar las flores adecuadamente antes de colocarlas en agua. En un video tutorial, Carozzi explica cómo cortar los tallos y las hojas, dejando solo las flores, y colocarlas directamente en agua para que floten. Este método evita que las flores se oxiden o amarilleen, prolongando su frescura y manteniendo su belleza. Para quienes buscan un toque decorativo extra, las hojas retiradas pueden añadirse sueltas en el agua, creando un arreglo natural y moderno.
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María Luján Armagno, del vivero Santa Deolinda, también reveló un truco sencillo para estimular nuevas floraciones hacia marzo. La experta sugiere cosechar las flores haciendo un corte limpio y dejarlas flotar en un recipiente con agua. Este método, además de destacar la elegancia de las flores, extiende el periodo de floración, permitiendo disfrutar por más tiempo.
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