Habitualmente se relaciona el concepto del paisaje con el de una postal, donde la imagen muestra algo poco frecuente, y ahí radica la belleza de la composición que atrae la visión. Según la acepción más extendida, un paisaje es un “espacio natural admirable por su aspecto artístico”.
La premisa del paisaje no suele estar asociada a un enclave productivo, pero si es moneda corriente para Lucas Andreoni, un ingeniero agrónomo que está liderando una nueva forma de pensar una agricultura moderna, donde las sustentabilidad y la rentabilidad se encuentren.
Según este especialista, fanático de los cultivos de servicio, se pueden hacer paisajes productivos en los campos agrícolas, que además de generar una linda visual, pueden agregar productividad a los lotes linderos.
Es así que fundó una empresa llamada Agrodesign, que junto a otros especialistas, buscan agregarle una porción de diseño a los campos que asesoran. En ese sendero, Lucas tomó unas 12 hectáreas de un campo de 1.800, para generar un paisaje productivo. Ese paisaje está sobre las partes menos productivas del campo, y aprovechando este perjuicio, Andreoni sembró allí todo tipo de plantas, con el objetivo trazar un camino de biodiversidad que va de monte a monte, atravesando un lote sembrado.
Según el especialista, esta forma de entender la agricultura modera, posee grandes beneficios agronómicos para los productores, que ven incrementada la producción con menos insumos. En ese caminito que une montes, se puede encontrar una diversidad extraña en la zona, donde polinizadores, pájaros, insectos, y otros animales tienen refugio. Y para el agrónomo esta es la clave de todo.
“Cuando los sistemas tienen un 20% natural, es decir, que no se siembra dentro de un establecimiento, esos establecimientos logran un equilibrio en lo económico y en lo medioambiental”, cuenta Andreoni a Bichos de Campo.
En este sentido, a Lucas cuando se le recuerda que por lo general el paisaje está asociado a algo lindo, piensa esto como alternativa productiva: “Todo el mundo cuando viene acá dice qué lindo que es esto, y es un servicio ecosistémico. Los servicios ecosistémicos son los que brinda la naturaleza. Que algo sea bello, que te atraiga, es un servicio ecosistémico”, explica apasionado Andreoni.
Aun así, Lucas va más allá y afirma que tiene que cambiar la forma de comunicación del sector agrícola: “Uno se tiene que olvidar que se produce en un lote. Vos que me podes decir que producís soja, maíz, trigo, lana, leche. Ahora yo te digo que vos producís en una porción de paisaje. La producción es parte de ese paisaje”.
Es así como en el sur de Córdoba, específicamente en la zona norte de Gral. Levalle, Andreoni y su equipo mantienen este paisaje productivo, asociado también al concepto de corredor biológico.
En concreto, el especialista explica: “En los campos siempre tenés o un bajo o montecitos, que están todos separados. Para que eso tenga biodiversidad y eficiencia, tienen que estar conectados con corredores, si no son como islas. Si uno se imagina un pájaro que vuela, entonces de ese monte puede ir a otro y tiene para moverse. Pero imaginémonos que hay polinizadores, insectos, que vuelan centímetros, o metros nada más. Si no tienen un corredor para moverse, es imposible. Los corredores lo que hacen es unir sectores del campo para darle esa sustentabilidad del paisaje. Aunque no lo crean, uno ya camina por estos corredores y empieza a encontrar martinetas, liebres, perdices. Eso es darle espacio a la naturaleza para que se exprese”.
En el campo que asesora Lucas, este paisaje de 12 hectáreas es mantenido en una zona de médanos, con hasta un 80% de arena. Allí, nunca se pudo recuperar la inversión de la siembra. Es así como decidieron dejar de buscar renta en esa zona mediante granos, y pasaron a los servicios ecosistémicos para tener más polinizadores y controladores biológicos.
Como ganancia de esto, este corredor biológico encontró un beneficio sustancioso que es del de tener menor presión de malezas resistentes. “Hoy en los lotes tenemos casi solamente malezas resistentes a distintos modos de acción de herbicidas. En los corredores biológicos se empiezan a generar malezas no resistentes, porque los pájaros van trayendo semillas. El cruce de eso hace que haya un buffer donde vos tenés tres veces menos malezas resistentes en el lote. Ese es otro servicio ecosistémico”.
Mirá la entrevista completa con Lucas Andreoni:
Para Andreoni, esta forma de pensar la agricultura “no es un capricho”, sino que está pensado “para ver cómo generamos cada vez más sustentabilidad y más rentabilidad a las empresas”.
Este medio le consultó a Andreoni si cree que esta práctica es replicable, y además como se da el debate frente a quienes no están dispuestos a pensar estas herramientas. Al respecto Lucas manifestó: “Esto no lo hacemos al azar. Hay todo un estudio por detrás. Acá trabajan expertos y biólogos para determinar cuál es la mejor zona, que no es la más productiva de tu lote. También tenemos la evidencia de que por tener esto, vamos a aumentar el rinde de soja, por ejemplo, de girasol o los cultivos que tengamos”.
Además Andreoni contó que recientemente se firmó un convenio con el Consejo Federal de Inversiones (CFI), el INTA, y el Ministerio de Bioagroindustria de Córdoba para medir el impacto productivo que va a tener en la soja de esta campaña gracias al corredor biológico, y se le podrá poner un número a la experiencia.
“Hay un paper muy interesante, donde se habla de los aumentos en dólares que tenés por tener colmenas y polinizadores en la soja. Uno tiene que entender eso, que lo que se está buscando es estabilizar y tener todos estos beneficios”, añade Andreoni.
El especialista cuenta que parte de su trabajo es lúdico, y lo piensa como un juego, donde la pasión por la agronomía lo llevó a pensar estar alternativas por fuera de lo tradicional: “Lo que estamos buscando, más allá de la logística propia del campo, es generar certificados de BPA y de biodiversidad para poder tener activos ambientales. También estamos en conversaciones para generar certificaciones de biodiversidad, de buenas prácticas, para que aquellas empresas que venden cereales, le paguen al productor un x porcentaje más por tener estos activos ambientales”.
En concreto, Lucas describe el ecosistema dentro de ese corredor biológico: “Cuando uno hace los corredores biológicos, te gustaría que venga lo nativo. Hoy lo nativo, si vos haces el corredor biológico, es rama negra, yuyo colorado y sorgo de Alepo. No te va a crecer otra cosa. Lo que hacemos acá, hoy por hoy, para lograr esa transición ecológica, hay más de 18 especies. Tenemos trébol blanco, trébol rojo, trébol encarnado, Lotus, melilotus, vicia, achicoria, Phacelia, Pasto Ovillo, centeno, etc. Hay montones de especies mezcladas para generar esa biodiversidad vegetal”.
El campo de Gral. Levalle no es el único con esta modalidad, sino que Agrodesign tiene 11 proyectos terminados, y 6 más que están presupuestados para empezarlos. “Tenemos uno ya en Paraguay y ahora uno de los presupuestados está en Uruguay. Tenemos charlas con unos farmers estadounidenses que están interesados, quieren saber de qué se trata y esto es súper escalable. Hoy lo que estamos haciendo es diseñar estos paisajes para que el productor los pueda llevar adelante y lo que nos estamos imaginando, que es el trabajo que estamos empezando ahora, es tener una plataforma donde vos puedas ver como productor tus indicadores”, indicó Andreoni.
Esos corredores silvestres con especies nativas realmente colaboramos con el medio ambiente, Ej. en Bs. As. si forestamos con las especies que forman un talar (monte bonaerense) los resultados son increibles, aves, mariposas, insectos, mamiferos, se juntan alli y los predadores no tienen que buscar fuera de su dieta original alimento, son varias las especies de árboles (tala, molle, coronillo, anacahuita, chalchal, palo amarillo, timbó, algarrobo blanco, espinillo, laurel criollo, chañar, para los bajos curupí, ceibo, ingá, yerba de bugre) y asi varios más
Con especies nativas y sacando los montes de acacia negra norteamericana, ligustro chino, mora china, ej sacando los eucaliptus australianos evitamos que la cotorra nativa asilvestrada en esos arboles exoticos anide más bajo y sea controlada por sus predadores naturales (comadreja, gato montés, culebras)
Se desmontó el 85% del bosque nativo argentino los ultimos 150 años (nada para el planeta), el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad está afectando la produccion y extinguiendo especies, ya tomamos suficiente, lo que queda debemos preservarlo, son regiones marginales que poco aportan al volumen nacional; en los campos ya desmontados hace años no se pide mucho, reforestar donde se pueda con especies nativas y controlar las plantas exóticas invasoras, lo mismo que al jabali europeo, ciervo axis, etc, colaboremos como agronomos con eso