El gobierno de Córdoba está llevando a cabo un férreo control para que en el campo se hagan bien las cosas. O al menos con papeles. Es habitual en este último tiempo conocer de clausuras a depósitos clandestinos de fitosanitarios, de establecimientos de acopio sin los correspondientes papeles, galpones donde se elaboran insumos biológicos, y también maquinaria para las labores a campo.
En este tren, el Ministerio de Bioagroindustria, a través del personal técnico de la Dirección General de Fiscalización y Control, realizó controles de oficio en establecimientos agropecuarios de la localidad de Colonia Caroya.
Allí se procedió a la clausura preventiva de una máquina autopropulsada, a través de precintos, debido a que se encontraba realizando aplicaciones de fitosanitarios sin las habilitaciones correspondientes.
Los controles incluyeron la verificación del uso de la Receta Fitosanitaria Digital (RDF), las habilitaciones de los equipos de pulverización y de sus operarios, así como la detección de productos fitosanitarios hormonales prohibidos o restringidos.
Estas acciones se llevaron a cabo en conjunto con personal técnico de la zona para verificar el cumplimiento de las normativas establecidas por las Leyes Provinciales N°9164 y N°8820, y la Resolución SENASA 466/19.
Las autoridades provinciales recordaron que toda aplicación de productos fitosanitarios debe ser realizada exclusivamente con equipos y operarios habilitados, y prescripta mediante la Receta Fitosanitaria Digital, emitida por un asesor fitosanitario.