El partido de Lincoln, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, es uno de los mayor superficie en esa región y también uno de los que tiene una gran actividad agropecuaria. Según el Censo 2022, su población es de 45.506 habitantes.
Los linqueños son muy orgullosos. Luis Daniel Giménez, que es ingeniero agrónomo, asesor privado, docente en nivel terciario y secundario agrario, además de pequeño productor agropecuario, es una de esas 45 mil personas que viven y anhelan la prosperidad de su terruño.
Frustrado porque “no hay plata” que quede en su zona, el profesional se dispuso a determinar cuánto dinero se va de Lincoln por el impacto de las retenciones o Derechos de Exportación que se cobran compulsivamente descontándolas del precio pagado al productor.
Impacto de las retenciones sobre un área productiva. Me tomé el trabajo de calcularlo para mi Partido y el impacto en los ingresos poblacionales. @Max_a_secas , @BumperCrop1 @kikebessone
Sale hilo pic.twitter.com/vbEOUPLkLc— Ludangi (@ludangi) November 18, 2024
“Me tomé el trabajo de calcularlo para mi Partido y el impacto en los ingresos poblacionales”, comentó a sus seguidores en la red X, antes de compartir los resultados de difundir un impactante cálculo donde consideró las áreas sembradas aproximadas, con los rendimientos históricos de los cultivos y los precios actuales de cada grano.
También incluyó en el cálculo la carne producida en su partido, así como los litros de leche, el único rubro donde la cuenta da 0, porque justamente hace un año se han quitado las retenciones a los productos lácteos.
Así pudo determinar que Lincoln aporta (o mejor dicho, la Aduana recauda de Lincoln) una suma total de 83 millones de dólares. La soja de primera y la de segunda aportan el grueso de esa cifra, con 68 millones de dólares, porque se cultivo sigue tributando la alícuota casi confiscatoria de 33% de retenciones.
“Nada difícil de hacer, pero quizás sirva para uso didáctico, a fin de mostrar como los DEX roban a las localidades del interior”, expresó Giménez buscando un sentido a su esfuerzo intelectual, sobre el que aclaró: “El análisis excluye los flujos de dinero hacia adentro o hacia afuera del partido, pero está claro que la pujanza que se lograría sería tal que difícilmente el dinero salga” en caso de que el tributo aduanero fuera eliminado, como prometió el presidente Javier Milei durante la campaña electoral.
Luego el agrónomo y docente realizó otra cuenta, desaconsejable para la gente impresionable: dividió el aporte por retenciones del partido por la cantidad de habitantes. El resultado es que cada linqueño cedió 1.845 dólares anuales al Estado Federal, lo que equivale al tipo de cambio de 1130 pesos por dólar a más de 2 millones de pesos.
Aunque ese dinero, en caso de una eliminación de retenciones, iría a engrosar los precios cobrados por los productores agropecuarios, Giménez calculó que si ese dinero quedara en el partido y fuera distribuido entre sus habitantes, cada linqueño podría tener un ingreso adicional mensual de 173 mil pesos. Una familia tipo de cuatro habitantes recibiría teóricamente casi 700 mil pesos adicionales.
Si las retenciones no fuesen compulsivas y su metodología se implementara como el Imp a las Ganancias, el productor viviría buscándole la vuelta para eludir lo más que pueda.
Durante Menem no existian las retenciones y, además, se liquidaba a dolar unico y libre. Sin embargo, los productores eludían vendiendo el 60 % de los granos a través de carpetas truchas, aprovechando que aún no existía la digitalización en las C de Porte y aquella DGI de Silvani, Peña, Tacchi y Cía era un colador
¡ Memoriaaaaa !!!!!