El factor geopolítico sigue intercediendo para reconfigurar el sistema de formación de precios de los productos agroindustriales al alterar la dinámica de los flujos comerciales.
La administración del presidente Joe Biden, si bien le quedan unas pocas semanas en el poder, autorizó el uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance para poder atacar territorio ruso desde enclaves ucranianos.
La noticia, publicada por la agencia Reuters, torna más insegura y onerosa la ruta marítima por el Canal de Suez, lo que representa una desventaja competitiva para las agroexportaciones estadounidenses destinadas a mercados asiáticos.
Eso porque las alternativas al Canal de Suez es el paso por Buena Esperanza (Sudáfrica) o el Canal de Panamá, los cuales, por ejemplo para llegar a puertos de India, requieren muchos más días con un flete más costoso.
Hoy lunes el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) informó que India compró 30.000 toneladas de aceite de soja estadounidense. Se trata de una noticia recurrente en los últimos días que representa una novedad porque la nación asiática no suele abastecerse de ese insumo proveniente de EE.UU.
Ante las tensiones existentes en Medio Oriente, muchas naciones asiáticas están asegurando el aprovisionamiento de aceites vegetales con el propósito de consolidar la seguridad alimentaria y garantizar la autonomía energética a través de la producción de biodiésel.
Esa dinámica se presenta en un mercado global con una oferta ajustada de aceites vegetales en función de la demanda proyectada, lo que contribuye a sostener los valores producto en general y del aceite de soja en particular.
Para la campaña 2024/25 se prevé una gran cosecha de soja sudamericana, lo que contribuiría a reducir el nerviosismo presente en países importadores, aunque la oferta de grandes volúmenes de aceite sudamericano recién estaría disponible a partir del segundo trimestre de 2025.