En el departamento mendocino de Rivadavia, hay una fábrica familiar de aviones, la única de Argentina. Allí se dedican hace tiempo a los servicios agrícolas. Los Cardama, tres hermanos y segunda generación de fanáticos del aire, mantienen viva la llama de su viejo, el fundador de todo, que estuvo ligado al sector agropecuario desde siempre. No solo los fabrican, sino que los hacen trabajar.
El hangar de los aviones actuales tiene la clásica forma estructural de una granja avícola, proyecto familiar que funcionó hasta los 2000, cuando se fundió por la apertura de importaciones de alimentos. Pero antes que eso, el establecimiento era una gran bodega, de las más importantes de la zona. Donde había viñedos y pollos, ahora hay aviones despegando y aterrizando.
Esta firma denominada Aerotec, tiene una raíz muy profunda en el agro. Sus aviones son los que pueden verse haciendo piruetas en las exposiciones a campo, pero además hay una herencia de tradición familiar. También el presente y el futuro están marcados por el campo. Hoy Aerotec se prepara para dos proyectos enormes: buscarán sembrar sus propios combustibles en los campos aledaños al hangar, y están por comenzar a exportar la tecnología que los hace reconocibles en el mundo entero para el control de plagas.
En lo que tiene que ver con la exportación de experiencia, Aerotec es reconocido a nivel global en el control de plagas desde el aire. Su principal innovación tiene que ver con el control de la Mosca del Mediterráneo en frutales, con un método que noquea a 2 grados de temperatura a la mosca, y se la libera desde el aire. Al llegar a la temperatura ambiente del suelo, la mosca “se despierta” y busca reproducirse.
Ahí entra a jugar la otra parte del desarrollo, que es el ISCAMen (Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza). Lo que los pilotos de Aerotec liberan, son moscas machos estériles provistas por el instituto provincial, luego de un proceso de radiación. De esta forma, se controla la próxima generación de insectos, pues la reproducción no surte efecto.
Como estas plagas afectan a los cultivos, pero también al bienestar del ganado, próximamente se exportará a Uruguay con la inminente firma de un convenio para proveer al vecino país de insectos producidos en la Bioplanta de ISCAMen y aplicar la técnica desarrollada por Aerotec.
En este caso, se trata del gusano barrenador del ganado, comúnmente denominado “mosca bichera”, que causa grandes pérdidas económicas y un problema significativo para la ganadería en la región. Esto no solo protege la salud de los animales y mejora la producción ganadera, sino que también abre nuevas oportunidades para la exportación de tecnología, investigación científica y servicios biológicos argentinos a otros países.
“Queremos compartir la técnica dispersión de insecto estéril que a través del método IDS (Insect Dispersal System), se realiza la liberación aérea de un insecto sometido a un riguroso proceso en los laboratorios de ISCAMen, con el objetivo de erradicar la Mosca del Mediterráneo, una plaga perjudicial para los frutales de carozo y la plaga Lobesia Botrana conocida como “polilla de la vid” que afecta a las plantaciones de uva en Argentina, especialmente en las provincias de Mendoza y San Juan. Esta técnica innovadora y comprometida contribuye no solo a la calidad de la producción frutícola sino también al impulso económico y generación de empleo siendo un servicio clave para el consumo y la exportación”, explicó Diego Cardama, CEO de Aerotec a Bichos de Campo.
En cuanto a la Lobesia Botrana, o polilla de la vid, la mecánica es distinta. Lo que se esparce por el campo son feromonas, para lograr un efecto de “confusión sexual”, y de esta forma también se logra el objetivo de prevenir la reproducción y reducir la población de insectos, que afectan fuertemente la producción de uva para vino, segunda economía mendocina.
Por otro lado, la empresa está trabajando en poder sembrar su propio combustible, y de esa forma abastecer a los aviones con los que realiza los trabajos agrícolas. Aprovechando las tendencias globales, están listos para sembrar en el próximo invierno uno de los nuevos cultivos energéticos: camelina.
Juan Pablo Daruich, gerente del área agrícola de la empresa, confirmó a este medio que se encuentran en pruebas y que el año próximo sembrarán algunas hectáreas en ese departamento mendocino. Con esto, se asegurarán que una vez que la industria elaboradora de biocombustibles despegue, puedan sembrar ellos mismos la materia prima de sus combustibles.
Por otro lado, José Cardama, director de la empresa familiar, explica a este medio que los aviones que ellos fabrican, son de aplicación de insumos y de dispersión de controladores biológicos, necesarios en el combate de plagas.
“Básicamente Aereotec tiene tres grandes unidades de negocio. Una es la venta de aviones, ser distribuidores y fabricantes bajo licencia de algunas marcas de aviones. Por otro lado hacemos el mantenimiento y soporte, y la fundamental que dio inicio a la empresa: la operación de aviones. Todo esto netamente ligado al agro, ya que lo que hacemos es el combate de plagas con aviones o drones”, contó Cardama a Bichos de Campo.
Por supuesto que dentro de la variedad, cada uno de los diseños están pensados para el manejo de las plagas más frecuentes en esta zona. “Donde más experiencia tenemos sin dudas es en la Mosca del Mediterráneo, ya que comenzamos un programa junto con el ISCAMen hace más de 20 años. Actualmente hemos desarrollado incluso hasta la tecnología para la liberación de insectos”, dice el director.
Sobre las características del avión empleado en este servicio, Cardama detalló: “Lo que hacemos es dispersar insectos estériles. Esto es algo que se aplica hace muchos años en diversos países, lo único que nosotros hicimos acá fue hacerlo más eficiente, usando la tecnología a la que podíamos acceder. Entonces lo que se hace es sembrar machos esterilizados de una de las plagas, para que cuando se relacionen con la hembra no haya cría. Con esto vamos bajando la población del insecto sin usar ningún medio químico”, precisó.
Mirá la entrevista completa con José Cardama:
En este particular, el especialista remarca que se trata de una práctica netamente amigable con el medio ambiente. “Esto es lo más biológicamente sustentable que se puede hacer para pelear masivamente una plaga. Nosotros iniciamos con Mosca del Mediterráneo. Ahora estamos haciendo un desarrollo de nuestra tecnología de liberación, es decir, de la máquina que se coloca dentro del avión para dispersar las moscas”, comentó.
“Actualmente el avión dispersa aproximadamente 10 millones de adultos por vuelo por carga. Ahora estamos llegando a un nuevo sistema que va a tener seis veces esta capacidad para otra plaga que es omnívora, presente en Uruguay y también en Centroamérica”, agregó a continuación.
Según el fabricante de aviones, este mismo sistema de dispersión, lo piensan implementar para controlar brotes de mosquitos, pero en este caso lo harían utilizando drones y en áreas urbanas, pero por el momento es experimental, aunque no descarta que también se puedan utilizar aviones, como hasta el momento.
“Con mosquito vamos a iniciar con el dron por una cuestión de tamaño. Pero después la idea es que sea escalable a avión también, en caso de ser necesario. El dron y el avión son complementarios. Cuando la superficie es relativamente pequeña, se trabaja con un dron y cuando la superficie es más grande, requerimos de avión”, especificó.
Cardama, a su vez declaró que la sustentabilidad es uno de los ejes de trabajo de la empresa familiar, donde se resumen las emisiones de la quema de combustible, el ahorro en químicos, y la seguridad de las comunidades. “Cuando vamos a aplicar en una zona reducida o confinada, el dron es mejor que el avión. Cuando una zona es más grande, se utiliza el avión. Vamos usando la herramienta ideal para el trabajo y siempre utilizando la experiencia de tantos años en este tema y de desarrollo tecnológico específico para el control biológico. Somos aeronáuticos desde siempre, pero más allá de eso somos mendocinos y entendemos que hay que cuidar los recursos. Por lo tanto ponemos todos los recursos tecnológicos que tengamos al servicio y cuidado del medio ambiente”.