Las autoridades del Ministerio de Economía han mostrado dos facetas negativas respecto de la trazabilidad individual de los bovinos que propician, y que vendrá con la implementación obligatoria a partir de 2025 de las caravanas electrónicas: por un lado jamás explicaron en detalle cuáles serían los beneficios de aplicar esa tecnología, y por el otro ningunearon por completo los reclamos de muchos productores que argumentaban que dicha tecnología debía ser voluntaria y no forzosa.
Pese a estas dos realidades innegables, el hombre fuerte de la política productiva en el gabinete nacional, el secretario Coordinador de Producción Juan Pazo, “subrayó el valor de la trazabilidad electrónica individual como una herramienta crucial para posicionar a la Argentina de manera competitiva en los mercados internacionales”, según contó un gacetilla del Instituto de la Promoción de la Carne Argentina (IPCVA) desde París, donde más de treinta empresas frigoríficas locales participan de la feria SIAL.
“La decisión de implementar la trazabilidad fue muy bien recibida. Es un claro ejemplo de un país que quiere producir más y mejor, alineado con las exigencias globales. Hoy Argentina está a la vanguardia del comercio internacional”, afirmó Pazo, que prefirió que sea el sector privado -y no el sector publico, con una gacetilla de Economía- quien diera difusión a su opinión sobre la decisión de Economía de imponer a los ganaderos un nuevo sistema de trazabilidad individual, pese a que la Argentina ya cuenta con un sistema desde 2006 que asegura sus exportaciones de carne a Europa.
Pero Pazo defendió el salto de sistemas, que implicara un oneroso gasto por parte del gobierno, quien valiéndose de un crédito del Banco Mundial ya convocó una licitación para comprar 24 millones de caravanas electrónicas (en realidad es un chip inalterable con un código de identidad por animal, que puede leerse, pero no acumular nuevos datos) y 800 bastones para su lectura.
Según el funcionario, el nuevo sistema “ya no es analógico, sino completamente electrónico, lo que permite mayor eficiencia en la gestión del stock ganadero y una mejor respuesta a los mercados internacionales”.
Pazo mantuvo encuentros con empresarios de la cadena ganadera en el stand del IPCVA en la SIAL París 2024, ya que acompañó la comitiva de Karina Milei y el embajador Ian Sielecki. “La participación de Argentina en este evento consolida uno de los objetivos centrales del gobierno: proyectar el trabajo argentino al mundo, con la ganadería y su industria como un ejemplo clave”, declaró Pazo.
En realidad, es histórica la presencia argentina en esa feria, más allá de cuál sea el gobierno de turno. Y eso no necesariamente ha garantizado el éxito del negocio exportador.
Durante la visita, Pazo resaltó que la trazabilidad electrónica es una de las medidas que coloca a la carne argentina en un lugar destacado frente a mercados como Japón, Corea y Europa. “Algunas certificaciones que están exigiendo estos mercados, especialmente en relación con la vacunación de aftosa, nos abren la puerta a oportunidades comerciales que antes no teníamos”, explicó, en referencia a la aspiración argentina de abrir los dos primeros mercados mencionados.
“La oportunidad para la carne argentina es impresionante. En los últimos años, no hemos crecido en términos de ganadería, pero ahora, con la implementación de estas herramientas tecnológicas, podemos lograr un crecimiento exponencial y cumplir con los requisitos que el mundo nos demanda”, exageró el funcionario.
Según la gacetilla del IPCVA, Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación Argentina de Angus, valoró positivamente la implementación de la trazabilidad electrónica: “Es tener tecnología en los rodeos que mejora el manejo y el bienestar animal. Muchos mercados están exigiendo este tipo de identificación, por lo que es un paso adelante para la ganadería”.
Por su parte, Fernando Herrera, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores Argentinos (APEA), agregó: “La trazabilidad es clave para modernizar el sector ganadero y acceder a mercados como Japón y Corea, que hasta ahora nos estaban vedados”.