La incipiente actividad económica relacionada con la producción de cáñamo, fue formalizada como una más de la extensa lista de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), y sus trabajadores serán representados por la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE).
El Cáñamo se incorporó a la órbita de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) como una nueva actividad con su propia escala salarial, categorizaciones y cuyos trabajadores serán representados por la UATRE.
La CNTA publicó la resolución 326/2024 por medio de la cual se establecen las categorías laborales del sector, las condiciones de trabajo para el personal y las remuneraciones mínimas que se negociaron en esta primera paritaria sectorial.
El gremio conducido por José Voytenco manifestó: “Este nuevo conjunto de trabajadores y trabajadoras que se incorpora a la representación de la UATRE es señal del trabajo profesional y permanente que lleva adelante el gremio en todo el país. Este hecho permite avanzar en la registración de los trabajadores del sector con su nuevo encuadramiento y negociar mejores condiciones laborales, así como trabajar sobre una paritaria específica para el sector”.
El sector del cáñamo –y su primo cannabis- vienen sumando elementos regulatorios, puesto que su industrialización y potencial hace que los gobiernos fijen sus ojos. El 18 de septiembre, mediante el Decreto 833/2024, que fue publicado en el Boletín Oficial, el gobierno de La Libertad Avanza decidió intervenir la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), el organismo que nació a partir de la sanción de la Ley 27.669 que desreguló esa actividad y creó una nueva posibilidad del cultivos del cannabis para otros usos más allá del recreativo.
Según esa ley, el organismo tiene como funciones “la regulación de la importación, exportación, cultivo, producción industrial, fabricación, comercialización y adquisición de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados con fines medicinales o industriales”. Es decir, supervisa sobre todo este potencial nuevo negocio del agro local.
Pero el decreto de intervención dice que la ARICCAME “evidencia una falta de personal, una inadecuada operatividad, falta de emisión de licencias y autorizaciones habilitantes, así como una significativa demanda por parte del sector privado”. Todo esto, según la nueva mirada oficial, “hace imprescindible la reducción de la carga burocrática existente”.
“En esta instancia, resulta un objetivo fundamental proporcionar una mayor eficiencia en las gestiones y trámites, unificar procedimientos administrativos y expedientes, dar intervención a los organismos con competencias específicas involucrados y facilitar el acceso y difusión de la información de manera homologada, estandarizada, actualizada e integrada”, prometió el decreto de intervención, que se propone llevar adelante “un rediseño organizativo” de ese organismo.