Mientras los debates en torno a la Agenda 2030 suscitan opiniones contrapuestas en el sector, en torno a si debe ser o no acatada las recomendaciones ambientales que llegan desde otras regiones del mundo, el productor agropecuario y actual vicepresidente de Aapresid, Tomás Oesterheld, cree que no hay en este escenario lugar para la contradicción.
“No debiera ser contradictorio y la sustentabilidad tiene que estar siempre en el centro”, sostuvo el hombre oriundo de Trenque Lauquen en conversación con Bichos de Campo.
“Creo que la sustentabilidad está por encima de todo, porque tiene largo plazo, se ocupa de las personas, se ocupa del ambiente y se ocupa de la economía. Ella tiene que ser el paraguas bajo el cual todos podemos producir, generar más trabajo y tener cada vez mejores campos. Es todo tan positivo alrededor de la sustentabilidad que no queda más que empujarla sin culpas”, afirmó.
Mirá la nota completa acá:
-¿Por qué te parece que hay gente que la siente como un peso? Si es algo positivo, todo debiera fluir en forma más fácil– le preguntamos.
-Tendremos que hacer un examen de conciencia porque realmente tiene que ser positivo, tiene que ser bueno. Es agregar valor, es seguir trabajando, es pensar en la producción en el siglo en el que estamos y no el siglo pasado. Es tratar de generar empresas para generar cada vez más trabajo en nuestros pueblos. Yo siempre tengo un poco el sueño loco de que la gente en algún momento empiece a querer irse a trabajar a los pueblos que estén floreciendo, porque estamos agregando valor por todos lados a nuestra producción. Todos seremos un poco culpables de que eso nos esté pasando. Pero también somos los responsables de hacer que eso cambie.
-Existe un hálito de sospecha sobre las actividades agropecuarias, que se construyó por distintos mecanismos. ¿Cómo convencés honestamente a las personas de que los productores están tratando de hacer las cosas bien en materia ambiental?
-Yo creo que la sospecha, por suerte, ha ido disminuyendo mucho. Lo que digo siempre es que el campo no tiene paredes, no tiene puertas, no hay forma de esconderlo. El campo es lo que uno ve por la ruta y está la erosión, las cosas bien hechas, las cosas mal hechas. Si en algún lado hay un bidón tirado, está todo a la vista. Así que tenemos que trabajar para hacerlo cada vez mejor.
-Con más de 30 años involucrado a la producción, ¿notaste la evolución entre los propios productores de ser cada día más sustentables?
-Sí, yo creo que sí. Aparte de la sustentabilidad es un concepto que va cambiando. Seguramente hace 50 años había una sustentabilidad, entre comillas, con arado de reja y vertedera, que era la mejor que se podía hacer en ese momento. Hoy tenemos una sustentabilidad que es la de los sistemas en siembra directa que pregonamos nosotros, y seguramente dentro de 20 años haya una sustentabilidad que sea mejor que la que tenemos nosotros hoy, y bienvenido sea.
-¿Esa evolución te gusta, es desafiante?
-Nos gusta. Por suerte acá hay gente que está pensando en cómo cambiar y qué cosas se pueden hacer mejor. Si todos estuvieran en el campo pensando que lo que hacen está fenómeno, seguirían haciendo lo mismo eternamente. O de golpe se darían cuenta de que se fundieron, porque todos lo demás avanzaron y ellos no.
-¿Entonces la imposición de afuera se cruza con un mandato interno del propio sector?
-El sector me parece que en estos últimos años viene cambiando. Capaz que sentía un peso, una culpa hace cinco o diez años, que hoy creo que por suerte no la tiene más, la tiene muy minimizada o estamos en proceso de terminar de romperla, porque justamente si nos sentimos bien hay que demostrarlo. Si mostramos una culpa, algo estaremos haciendo mal.
-Y de sentir culpa a sentir orgullo, ¿hay mucho trecho?
-Creo que hoy el productor argentino debería de sentir orgullo. Es una de las cosas que nosotros decimos. Así como en Argentina tenemos muchas cosas que nos salen más o menos, tenemos a la Selección y tenemos al campo, que el mundo lo mira más o menos parecido a como miran a la Selección. Mucha gente viene de otros países y te dicen sinceramente que tenemos muchas cosas para mostrar, para compartir y para prestar atención.