Esta época de año es la ideal para empezar con la huerta y así poder recibir el verano con una mesa repleta de verduras de producción propia. Las bolsas de cultivo son una buena alternativa para quienes aún no tienen un lugar destinado a la huerta.
En esta nota, el equipo de De Raíz propone el uso de las bolsas y explica los detalles para la utilización para cultivo en las mismas.
Para empezar con una huerta hay que tener en cuenta varias cuestiones: la ubicación, ya que debe tener entre 4 y 6 horas de sol diarias y estar al reparo de los vientos; elegir bien el sustrato a utilizar; saber qué cultivos se siembran en esta época y dónde vamos a sembrar. Para este último ítem, una de las propuestas actuales es sembrar en bolsas.
Las ventajas de tener tu huerta en bolsas son múltiples. En terrazas y balcones, es una solución práctica, económica y sostenible. Las bolsas de cultivo suelen ser más baratas que las macetas tradicionales y pueden estar hechas de materiales reciclados, lo que facilita su transporte y manipulación. Se pueden trasladar al lugar donde mejor les dé el sol y mover según la hora o época del año. Además, cuando no están en uso, pueden plegarse y almacenarse fácilmente, ocupando muy poco espacio.
Estas bolsas son ideales para cultivos que requieren una mayor profundidad de sustrato, como zanahorias y papas, siempre pensando que la profundidad sea mayor a 30 centímetros. También son perfectas para el cultivo de plantas aromáticas, que se dan muy bien y son de los cultivos más fáciles para empezar con la producción de alimentos propios.
Las bolsas se consiguen en viveros que están ofreciendo bolsas industrializadas para armar y cultivar. Por lo general, estas bolsas están fabricadas con material geotextil y las hay de diferentes tamaños y formatos. También hay versiones colgantes con el objetivo de armar un jardín vertical. Otra opción es empezar con bolsas de tela propia y ver qué pasa. Como en todo lo que refiere a jardinería, la prueba y error es una buena forma de encontrar alternativas.
Para que los cultivos prosperen es fundamental elegir un sustrato de calidad, rico en nutrientes y con capacidad de drenaje. Agregar humus de lombriz siempre es una buena opción.
También hay que tener en cuenta que la bolsa necesita más hidratación que otras macetas, recipientes y ni hablar de la huerta a suelo, que tiene humedad natural. La aireación de las raíces también se mejora, favoreciendo el crecimiento de las plantas gracias a la estructura porosa de las bolsas, que previene el sobrecalentamiento del sustrato.
En resumen, las huertas en bolsas combinan practicidad, eficiencia y flexibilidad, ofreciendo una excelente alternativa a las macetas tradicionales, especialmente en entornos urbanos donde el espacio y la movilidad son factores clave.