El Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) declaró esta semana la “emergencia fitosanitaria” luego de detectar cientos de focos de langosta en las provincias del norte del país pero también en países vecinos. Luego de controlar otros ataques similares años atrás y aprender muchísimo sobre la plaga, Héctor Medina, el coordinador general de Contingencias y Emergencias del organismo, relató la situación actual, con focos activos en Catamarca, La Rioja y Córdoba, pero con la posibilidad latente de que las mangas de langosta ingresen por las fronteras de Bolivia y Paraguay.
-Si declaran la emergencia es que estamos en problemas…
-En realidad escalamos en el nivel de alarma, por decirlo de alguna manera, porque en el mes de febrero declaramos una alerta fitosanitaria. Eso se debió a que nuestro sistema de vigilancia permanente empezó a detectar algunos focos, los productores empezaron a avisar, en paralelo tenemos detección en Bolivia, lo mismo en Paraguay. Esta es una plaga regional, que no tiene ningún tipo de frontera, Y si bien se han controlado más de mil focos en distintas provincias de Argentina, con una articulación muy interesante con las provincias, y sobre todo con un rol fundamental de los productores, entendíamos que había algunas mangas que no se habían podido terminar de controlar.
-¿Es decir que la plaga está activa?
-El frío que tuvimos en el último tiempo hizo que esas mangas no se muevan, lo que no quería decir que no estén. Entonces decidimos avanzar con la emergencia porque el frío hizo que no se muevan, pero el problema sigue estando ahí.
-¿Cuándo consideran que hay un foco de langosta? ¿Es un nido donde están haciendo su ciclo reproductivo y van a empezar a volar, o es un foco una manga volando?
-Nosotros iniciamos la detección de focos, como yo te decía en febrero. Estamos contentos porque se pudo lograr esa detección temprana que es muy difícil. Lo que empezamos a controlar fueron las ninfas. Son los estadios juveniles de la langosta que no vuelan, cuando recién emergen del huevo. Ahí se empezaron a combatir esos primeros focos de langosta. El primer control grande incluso lo hizo un productor, José Ferrero, de Santiago del Estero, presidente de la Sociedad Rural de Matará. Después fuimos controlando focos en Formosa, en Salta, también en Chaco, y después nos centramos más en la zona de Catamarca, de La Reja, que es la zona endémica. Hoy estamos centrados ahí, y puntalmente en Córdoba, donde siempre es complejo por el tema de las sierras y el control se hace un poco más complejo.
-¿Y la situación que tan alarmante es?
-Si hacemos un paralelismo con lo que pasó en años anteriores, hemos tenido en esta época del año alrededor de entre 10, 15 y hasta 17 mangas. ¿Cuál es la situación que enfrentamos ahora en la región? Generalmente esta plaga se mueve por los tres países fundamentalmente, Argentina, Bolivia y Paraguay, aunque en 2020 estuvo muy cerquita de cruzar a Uruguay y a Brasil. Hoy se da la situación de que la situación es compleja para los tres países, sobre todo para Bolivia y Paraguay. Con estos mil focos que nosotros controlamos, estamos estimando que se trataron alrededor de entre 30 y 40 mangas que se pueden haber formado. ¿Qué es lo que tenemos hoy? Hay al menos tres mangas que estamos viendo en este momento. Una en la zona límite de La Rioja y Catamarca, y dos en las sierras chicas de Córdoba.
En el marco del alerta fitosanitaria, @SenasaAR controló +650 focos de la plaga. De estos, +450 fueron en Catamarca y La Rioja, donde fue grabado este video.
A su vez, seguimos con atención los brotes de Bolivia y Paraguay.https://t.co/WeJdzr5M60 pic.twitter.com/3iv06qUqWc
— Hector Emilio Medina 🌾🦗 (@MedinaHectorE) May 21, 2024
-¿Entonces no estamos tan mal respecto de otras apariciones de langosta?
-Si uno lo compara con lo que pasó anteriormente, podría ser mucho más benévolo, pero no solamente tenemos lo nuestro, sino que tenemos un ojo puesto en lo que está pasando en Paraguay, porque si pasa lo que nos pasó en inviernos pasados, además de lo nuestro, podríamos llegar a tener invasiones de los países vecinos. Paraguay hizo lo mismo que nosotros: declaró inicialmente una alerta y rápidamente avanzó hacia una emergencia. Nosotros nos tomamos un poquito más de tiempo porque necesitábamos evaluar la situación. Cuando hablaba con nuestras autoridades, les decía que tenía cierto temor que el frío enmascarara la realidad, porque puede haber cierto relajamiento pensando que la plaga no está. Entonces ahí fue que decidimos avanzar con esa resolución de emergencia. De hecho, el día mismo que se firmó la resolución, volvieron a aparecer las mangas porque empezó a levantar un poquito la temperatura. Eso que nosotros no podíamos llegar a detectar o ver, volvió a aparecer en el cielo de Córdoba y Catamarca.
-¿Cómo es el comportamiento de una manga? ¿Y qué dimensión puede llegar a tener?
-Una manga, para que la gente entienda, es un agrupamiento, un enjambre de millones de insectos. La FAO estima que en un enjambre de un kilómetro cuadrado hay entre 40 y 80 millones de langostas. Nosotros en la Argentina estamos acostumbrados a ver mangas de entre 20, 25, 30 kilómetros cuadrados. Entonces, imagínense que la Capital Federal tiene 200 kilómetros cuadrados aproximadamente, estamos hablando de 20 o 30%, una parte importante de la ciudad, desde Casa Rosada a Puerto Madero y hasta Palermo, eso ocuparía una manga de langosta que es la que nosotros solemos ver.
-Pero en movimiento…
-Esa manga va volando durante todo el día, a veces tan compacta que se hace de noche siendo de día. La particularidad que tiene es que se mueve hasta 150 kilómetros en un día. Con el invierno un poco menos, pero tiene esa capacidad para darse mucha distancia y es lo que hace muy complejo también su seguimiento y su control. Además no tiene ningún tipo de barrera. La langosta se mueve por motu propio y es lo que hace que sea bastante complejo. Adicionándole que el movimiento que tiene la manga durante el día que va volando puede hacer daños a cultivos, pasturas o pastizales.
-La imagen de los dibujitos animados cuando viene la langosta es que donde había una vaca y pasó la manga, solo queda el esqueleto de la vaca y así con todo.
-Hemos tenido la suerte que desde el 2015 no hemos tenido esos daños devastadores o arrasamiento de cultivos que uno ve en la bibliografía o videos y fotos antiguas, previo a 1950. Las que están en blanco y negro son bastante elocuentes. En el último tiempo hemos tenido daños de productores que en muy poquito tiempo han perdido un cultivo de trigo, pero a nivel macro, si uno se abstrae y ve lo regional, el impacto no ha sido tan grande. ¿Por qué? Porque en realidad la langosta también se alimenta de la vegetación nativa, que es muy común en gran parte de nuestra región. La langosta va y come un quebracho o cualquier árbol o planta que está en el camino. Entonces el alimento nunca le falta.
-¿Entonces esa imagen de que arrasan es falsa?
-Uno hace un paralelismo con África, donde hay una langosta que es la madre de la langosta, donde hay desierto, y donde baja, come todo lo que halla. Acá es como que hay material vegetal para que la langosta se pueda alimentar, y por suerte durante este año, más allá de algún daño puntual que hemos registrado, no hemos tenido grandes problemas, lo que no quiere decir que esto sí pueda suceder. Esa es nuestra preocupación. También hay una cuestión que la convierte en una plaga social también, no solo es una plaga rural porque eventualmente se convierte en una plaga urbana, y es lo que estamos enfrentando ahora actualmente con la presencia de la langosta en las sierras chicas, Cosquín, La Cumbre. La gente claramente se puede llegar a asustar por este insecto, que no le produce ningún riesgo.
-¿La langosta no es portadora de enfermedades?
-No hay que asustarse si uno ve una langosta, salvo pensar en detener el ciclo, porque se come todo a su paso, todo lo verde. Pero no es que sea riesgosa para el ser humano. Solamente se alimenta de plantas, más allá de las leyendas de nuestras abuelas que hablaban de que se comían toda la ropa que estaba tendida… Otro dato importante es que las zonas urbanas, las ciudades, no son su hábitat natural, por lo cual así como llegaron rápidamente se van a ir. La luz generalmente también las atrae, al igual que la mayoría de los insectos, por lo cual también por eso es común a veces verlas en zonas que son urbanas.
-¿Cuáles son las herramientas que tienen para frenar las mangas?
-Bueno, es un trabajo de mucho tiempo, hoy por suerte tenemos a disposición de todos los interesados todos los manuales, guías, protocolos y procedimientos de qué hacer, cómo hacerlo, es decir cómo se controla, con qué productos, qué productos no se pueden utilizar. Hemos trabajado con la gente de Casafe (empresas de agroquímicos) en una guía de uso responsable de fitosanitarios; con el equipo de Fearca (aeroaplicadores) en cómo hacer controles aéreos contra la langosta. Hay una guía incluso para los pilotos. Fue un trabajo que se discutió mucho con todos los actores e incluso hemos sido referencia para los países vecinos, que utilizan las mismas tecnologías que nosotros para poder controlar la langosta.
-¿Y cómo se controla?
-Tiene que ver más con la oportunidad de control, que contener los recursos para poder controlarla. Nosotros tenemos el personal más capacitado a nivel región, sin lugar a dudas, uno de los más capacitados a nivel mundial. Esto es reconocido por organismos internacionales, y tenemos todo hoy a tiro. Lo que nos está faltando es tener la oportunidad de poder controlar la langosta, detectarla, y que sea un lugar seguro también (para realizar la aplicación). Controlar la langosta es importante, lo tenemos que hacer, pero tampoco podemos afectar a otros organismos que no son blancos de control, como las abejas.
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-¿Y tienen Senasa todavía esas camionetas que van siguiendo las mangas a la velocidad que pueden, y tratan de salirles al cruce?
-Sí. Cuando la gente me pregunta, es como esas películas de cazadores de tornados. Son dos o tres equipos, uno va delante de la manga, uno en el centro, uno va atrás, para tratar de seguirla. La manga se mueve cien kilómetros en línea recta, vos tenés que buscar caminos cortados, ripios, y ver dónde baja. En el medio estás hablando con la gente que te avisa, te llama, las radios locales tienen un papel fundamental. Entonces se va tratando de seguir esa población de langosta.