Como una historia repetida, pero aminorada por el influjo del capítulo laboral de la Ley Bases, este martes se desarrolló en la Secretaría de Trabajo de la Nación un encuentro entre la empresa láctea Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima (ARSA), especializada en postrecitos y flanes, y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra).
El conflicto se arrastra desde el mes de mayo, cuando se vio interrumpido el pago habitual de salarios en las plantas ubicadas en la ciudad de Córdoba y en Arenaza, Buenos Aires, por parte de la firma que produce postres, yogures y flanes con marca SanCor. Pero lo que comenzó como un tradicional bloqueo de Atilra se fue aflojando con el correr de las semanas.
Con el inicio de este mes, hay trabajadores que estaban en cese laboral que volvieron a trabajar, ya que quienes se mantuvieron activos, mientras el sindicato propone continuar con la paralización, llegaron a cobrar hasta el 75% de su salario. Sin embargo, la empresa que se encuentra concursada no tiene hoy la capacidad de sostener a la totalidad de la planta personal y es por eso que viene proponiendo un esquema rotativo de turnos o lo que manifiestan como un plan de suspensiones.
Actualmente son unos 140 los trabajadores, de los 500 en total, dentro y fuera del convenio de Atilra, los que están en las líneas de producción y sostienen en actividad a la industria.
Ante las autoridades laborales fue el abogado histórico de la gremial, Alberto Coronel, quien acompañado por delegados se reunió con la gerente de Recursos Humanos, Alejandra Goñi, y la abogada de la firma, por primera vez de manera formal para desencadenar un diálogo activo.
Descartando la opción de despidos, lo que pudo saber Bichos de Campo es que la empresa necesita del gremio un aval para recortar el costo laboral actual, porque las ventas están por demás deprimidas, alcanzando el 30% de los objetivos planteados. Al no ser ARSA una láctea con diversidad de productos, las posibilidades de diversificar demandarán mucho tiempo.
Lo que se propone es una solución equitativa para las partes, conservando las fuentes laborales. En este sentido, lo que propuso ARSA es un esquema de trabajo rotativo provisional y pendiente de aprobación por parte de los trabajadores, a través del cual la planta laboral sea ocupada al 50%. Esto significa que cada persona trabajaría la mitad del mes, para cobrar la mitad de su salario y una compensación de 100 mil pesos por los días que deba permanecer en su casa.
Del mismo modo, la propuesta incluye el pago en cuotas del 85% del salario correspondiente al mes de mayo y la primera cuota del sueldo anual complementario, a partir de las posibilidades y liquidez de la empresa, que precisa recuperar mercado, ventas y por sobre todas las cosas, contemplar la sustentabilidad para las partes.
Trabajadores lecheros de ARSA siguen sin cobrar su salario de mayo y la crisis se profundiza
El sindicato se desentendió de la rotura de un automóvil en cercanías de la planta de Córdoba, que coincidió con el inicio de los reclamos, pero sobre todas las cosas, se destacó la voluntad de trasladar a los trabajadores la propuesta integral de la firma.
Si bien no parece un ámbito cómodo para el sindicato, al momento de dirimir estos temas, por parte de las autoridades nacionales se hizo un llamado para extremar los esfuerzos que tiendan a un mayor diálogo, acorde a las necesidades, e incluso destacó que se contemple la posibilidad de desarrollar reuniones fuera del ámbito oficial, para arribar a un acuerdo que permita sostener un marco de paz y un buen desarrollo de las relaciones laborales.
Sin nueva fecha de encuentro en el ámbito de la Secretaría, ahora depende de Atilra trasladar la propuesta a los trabajadores y encontrar la alternativa para que todos puedan seguir adelante.