Un conflicto sin precedentes se está desarrollando en estos momentos, protagonizado por los principales laboratorios productores de vacunas contra la fiebre aftosa.
Es que hace algunos meses irrumpió en el negocio de la vacuna antiaftosa un jugador de gran magnitud, que decidió disputar el mercado de esos fármacos, y obligó al Senasa a replantear las condiciones sanitarias para el calendario de vacunación.
Tecnovax libró una guerra al anunciar que estaba dispuesto a importar una vacuna contra esa enfermedad bovina a un precio más bajo que el corriente, en medio de quejas de productores y asociaciones por el precio de las dosis que deben aplicar.
Esta empresa denunció en ese entonces, cuando estaba comenzando la campaña de vacunación, que tanto Biogénesis Bagó como CDV, los principales abastecedores del mercado, estaban vendiendo la vacuna a los productores a valores superiores a los que se consiguen en países vecinos. Esta situación forzó al Senasa a definir cambios en la composición de la vacuna requerida por la Argentina, como para que fuera más sencillo habilitar nuevos competidores e importar vacuna de otros países a menores precios.
Con este escenario, y como adelantó ayer 15 de julio Bichos de Campo, Tecnovax presentó una denuncia ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), denunciando por presunta cartelización y abuso de posición dominante a las empresas Biogénesis Bagó y CDV.
Mediante un comunicado, quienes respondieron a esta acusación fueron los responsables de CDV, quienes además expusieron una serie de argumentos para defender su posición.
Visiblemente molestos y con una guerra ya declarada, CDV anunció que su equipo de abogados y profesionales “se encuentra trabajando arduamente a los fines de evaluar e incoar las acciones que legalmente pudieran corresponder contra Tecnovax, quien deberá hacerse responsable de los perjuicios causados a CDV en virtud de las falsas acusaciones vertidas”.
Esta guerra mediática y judicial quedó completamente librada, y CDV lanzó una serie de preguntas “a modo reflexivo”, pero que aumentan el tenor de la disputa y representan una clara declaración en contra de Tecnovax.
En un comunicado, Centro Diagnóstico Veterinario S.A. (“CDV”) se hace varias preguntas:
“¿Realmente están orgullosos por el rol de protagonistas que manifiestan tener en la lucha global contra las principales enfermedades infecciosas, utilizando como estrategia la desinformación, las calumnias y las mentiras que intentan instalar entre los productores y el sector agropecuario?”, en alusión a la campaña en medios nacionales que hizo el laboratorio ahora rival.
“Una empresa biotecnológica con más de 20 años en el mercado ¿debe recurrir a la importación de vacunas de eficiencia no comprobada en nuestro país y a productos de descarte provenientes de un país que ya no vacuna para ser un competidor más en Argentina?”, cuestionan desde CDV, respecto al anuncio de importación de vacunas de Tecnovax proveninentes de Brasil, justamente, país que anunció que camina hacia el control de la aftosa sin vacunas.
“¿No considera una posición monopólica real, dominante y abusiva que Tecnovax, ante el terrible brote de encefalomielitis equina ocurrido a fines de 2023 en Argentina, siendo el único laboratorio proveedor de la vacuna, la haya vendido a 10 dólares la dosis o más, cuando el precio de mercado era de menos de 2 dólares y Zoetis no podía importarla por restricción a las importaciones, sin considerar el bolsillo del productor, alcanzando utilidades netas por más de 10 millones de dólares en pocos meses por dicho negocio, tal como lo confirman sus balances publicados en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires?”, dijeron además, lanzando ahora otra dura acusación contra el laboratorio mencionado.
Respecto de la cartelización que denunció Tecnovax hace horas, el laboratorio en disputa respondió: “En el mercado argentino de la vacuna antiaftosa siempre hubo más de un oferente, no es cierto que se trate de un oligopolio. Es falso que hasta el año 2017 el único oferente de la vacuna antiaftosa hubiera sido Biogénesis Bagó”.
En concreto, los fabricantes argumentaron: “Junto con Biogénesis Bagó, ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas) ofrece vacuna antiaftosa desde el año 2006 hasta la fecha; y CDV ofreció la vacuna desde el año 2003 hasta el 2013, retomando la producción en el año 2018, luego de invertir más de 40 millones de dólares para construir una planta exclusiva de elaboración de vacuna antiaftosa, la más moderna de la región, adecuándose a todos los requerimientos del SENASA y diseñada de acuerdo a normativas nacionales e internacionales de calidad y bioseguridad. Asimismo, los laboratorios Instituto Rosenbusch, Instituto Científico Paul Hnos., Bayer, Merial, Estrella Merieux, Mallinckrodt Coopers y Pfizer comercializaron la vacuna hasta el año 1999. Luego de la disposición del Gobierno Nacional de dejar de vacunar en Argentina, las mencionadas empresas decidieron cerrar las plantas productivas en el país”.
Sobre el precio de las vacunas y los costos de aplicación, tema sensible para los productores agropecuarios por estos días, desde CDV exponen: “Es falso que los precios de las vacunas de CDV en Argentina a febrero del año 2024 fuera de $1430 por dosis, comparando la vacuna nacional tetravalente con una bivalente de otros países, que contienen diferentes cepas. Son distintas vacunas. El precio de salida del laboratorio en febrero de 2024 fue de $1.100 (equivalente a 1,2 dólares al valor oficial de esa fecha), y se aplican de septiembre a noviembre”.
“Resaltamos que para comparar los precios con otros países se deben tener en cuenta las variables de conformación de los valores de venta. El precio de la vacuna contra la fiebre aftosa en Argentina se encuentra influenciado por varios factores clave como la inflación, la carga impositiva y la imprevisibilidad del mercado que aumentan los costos de producción y distribución. Los plazos extendidos en las formas de pago, necesarios para facilitar la adquisición por parte de las Fundaciones, también incrementan los costos generales debido a los riesgos financieros adicionales para los fabricantes locales”, chillaron los fabricantes.
Empero, lo que argumentan los laboratorios que controlan ahora buena parte del mercado, es que es es malintencionado y tendencioso decir que la vacuna en argentina vale 4 o 5 veces lo que vale en la región.
“Por razones obvias es imposible hoy comparar precios de productos locales con los de la región. Más allá de las cuestiones macroeconómicas e impositivas y de ser vacunas diferentes, en Argentina la vacuna incluye el costo de logística y aplicación a domicilio, valor que es adicionado al precio de la vacuna por los entes y fundaciones de productores y en el que los laboratorios no tenemos injerencia. Cualquier vacuna importada también seguiría por el mismo canal”, explicaron.
Asimismo, desde el enojado laboratorio respondieron también acusaciones, una por una, además de argumentar cada uno de los puntos descriptos a continuación:
“Es falso que las cepas utilizadas son exóticas, se deben a análisis epidemiológicos realizados por autoridades locales. Es falso que hasta el momento (año 2024) no se han permitido las importaciones. Es falso que Tecnovax garantiza la calidad y eficacia de la vacuna antiaftosa que se dejó de producir en Brasil, garantizando el abastecimiento local. Es falso que las vacunas provenientes de Brasil cuentan con un extenso programa de aprobaciones regionales y han servido para controlar todos los brotes que aparecieron en la región, siendo la vacuna utilizada por Uruguay para acceder a los mercados más exigentes del mundo”.
CDV lanzó además una invitación “a todo quien esté interesado en recorrer nuestra planta exclusiva de Aftosa, ubicada en el Parque Industrial de Pilar en la Provincia de Buenos Aires y conocer de cerca el proceso productivo de la vacuna anti aftosa y compartir información de primera mano”.