Tomamos prestada, como solemos hacer, esta nota del sitio especializado Revista Puerto, que recomendamos seguir especialmente, porque anticipa que diputados de La Libertad Avanza presentaron un proyecto para levantar las prohibiciones que impiden el desarrollo de la acuicultura para la explotación de salmónidos en Tierra de Fuego.
El medio especializado en políticas pesqueras aclaró, de todos modos, que los libertarios mantendrían vedada la implementación de jaulas marinas en el Canal Beagle.
Esta es la nota del colega Nelson Saldivia:
El diputado provincial Agustín Coto del Partido Republicano TDF – La Libertad Avanza presentó la semana anterior un proyecto de ley por el cual se propicia el levantamiento de las prohibiciones para el desarrollo de la salmonicultura en la isla de Tierra del Fuego.
El legislador libertario formalizó una iniciativa “que tiene como objetivo la ampliación del marco regulatorio que establece la Ley Provincial 244 fomentando el desarrollo sostenible de la acuicultura y maximizando los beneficios económicos a corto, mediano y largo plazo”.
“Esta ley proporciona un marco legal sólido para impulsar el crecimiento económico, promover la sostenibilidad ambiental y fomentar la innovación en el sector acuícola. Su implementación es crucial para aprovechar los beneficios potenciales de la acuicultura mientras se abordan los desafíos y se garantiza una gestión responsable de nuestros recursos acuáticos”, fundamentó el referente de Javier Milei en Tierra del Fuego.
Restaurante fueguino
Ese salmón que ves en la carta se tuvo que importar, en dólares, porque algunos decidieron prohibir que podamos producirlos nosotros mismos.
Mañana presentaremos la ley para permitir, fomentar y controlar la salmonicultura. Por el desarrollo económico de… pic.twitter.com/kJFY6jnD6u
— Agustín Coto (@agustcot) July 9, 2024
Hippies con OSDE: Días atrás, Coto había publicado en su red X una foto donde exhibía los precios de un restaurante fueguino donde un plato de merluza negra costaba 30.000 pesos y salmón 26.000 pesos. “Ese salmón que ves en la carta se tuvo que importar, en dólares, porque algunos decidieron prohibir que podamos producirlos nosotros mismos”, reprochó al tiempo de anunciar que “presentaremos la ley para permitir, fomentar y controlar la salmonicultura. Por el desarrollo económico de Tierra del Fuego y del país, y para que ninguna ONG transnacional de hippies con OSDE nos diga ni cómo ni de qué vivir. ¡Viva la Libertad Carajo!”, cerró.
Libre iniciativa y libre competencia: Tras el feriado del 9 de Julio, se presentó el proyecto de Ley de Producción Acuícola Provincial (ampliación del régimen dispuesto por Ley Provincial N° 244), consta de 62 artículos y principalmente levanta todas las prohibiciones que en 2021 y 2022 se impusieron para vedar las salmoneras.
“La autoridad de aplicación debe promover la radicación de establecimientos acuícolas fomentando la libre iniciativa y la libre competencia. Asimismo, la autoridad de aplicación debe facilitar el acceso a concesiones para la producción comercial de especies acuáticas mediante un proceso simplificado y transparente. Se incentivarán las prácticas innovadoras y sostenibles en el sector, sin imponer restricciones innecesarias que limiten la participación de nuevos actores o la expansión de los existentes”, indica uno de los ítems de la iniciativa.
Por otro lado, aclara que “el cultivo de las especies de salmónidos puede ser realizado mediante Sistema de Acuicultura Recirculante. Queda taxativamente prohibida la implementación de jaulas marinas en el Canal Beagle. Se prohíbe el implante de cualquier sistema de cría de salmónidos en aguas de curso cerrado, lagos, lagunas y cualquier otro humedal tengan éstos o no salida hacia otros cursos de agua cerrados o abiertos”.
“La eclosión de ovas debe ser habilitada y certificada por SENASA teniendo en consideración lo dispuesto por la autoridad de aplicación”, añade.
Desregulación: El eje del proyecto está en el artículo 58° en cual estipula: Deróguese la Ley provincial N° 1355. Esa norma aprobada en 2021 determina: “Prohíbese en aguas jurisdiccionales lacustres y marítimas de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, toda actividad de cultivo y producción de salmónidos a fin de asegurar la protección, preservación y resguardo de los recursos naturales, los recursos genéticos y los ecosistemas lacustres”, y cerraba así la posibilidad de explotación de salmoneras en esa jurisdicción patagónica.