La División de Soluciones de la compañía multinacional BASF lanzó esta semana una serie de productos pensando en los agricultores.
El herbicida Voraxor, el fungicida Melyra y el inoculante sólido HiCoat Dry fueron los protagonistas de un evento realizado el miércoles en la ciudad de Córdoba, bajo el lema “decisiones con peso: 3 razones para potenciar tus toneladas”.
En concreto, Voraxor es un nuevo herbicida para presiembra con alta eficacia en la desecación de las malezas de hoja ancha brinda gran velocidad y contundencia de control, y con persistencia comprobada, lo que retrasa la necesidad de aplicaciones post-emergentes. En su composición presenta un ingrediente activo novedoso, con aportes positivos para el manejo-antiresistencia en malezas de hoja ancha en soja, maíz, trigo, cebada, y maní.
Por su parte, Melyra es un fungicida que combina Revysol (mefentrifluconazol), una nueva molécula innovadora, con F500® (pyraclostrobin), y se destaca por brindar mayor productividad y control de enfermedades menos sensibles a otros triazoles o mezclas como en Cercorpora kikuchii. Su uso se traduce en más kilos por hectárea para el productor. Melyra se destaca por combinar una nueva generación de triazol, cuya molécula flexible optimiza el rendimiento del producto. Cuenta ya con su registro para soja y a futuro se ampliará a Maíz, Trigo, Cebada, Maní, Citrus, Algodón y Vid.
Por último, HiCoat Dry es un nuevo inoculante sólido de BASF para aplicar en soja. Resulta una importante innovación en inoculación, desarrollada en Argentina, y que trae beneficios tanto para el productor como para el aplicador; se trata del primer inoculante en formato sólido, de larga vida y de alta concentración para el cultivo de soja.
Buena noticia: Sigue recuperándose el tenor proteico de la soja argentina
Gracias a su innovador formato (sólido vs. los líquidos o turbas del mercado) generará ahorros de espacio, costo e impactos ambientales en la logística del inoculante. Al ser sólido, HiCoat Dry requiere menor volumen de flete y almacenamiento comparado con los productos líquidos existentes actualmente, lo que implica una disminución en el caldo de aplicación y menores impactos del transporte en el medio ambiente.
El formato sólido también permite una mejor manipulación para los usuarios, menos desperdicios, mayor vida útil y días de preinoculado.
“Es un orgullo presentar tres soluciones que van a estar a disposición de los productores para resolver parte de los desafíos con los que se encuentran a lo largo de la campaña. Es una señal más de cómo en BASF impulsamos la innovación, mediante la investigación y el desarrollo, dos áreas en las que invertimos 2.5 millones de euros por día a nivel global” sostuvo Gustavo Portis, director de la División de Soluciones para la Agricultura de BASF para Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia.