Esta semana los administradores de fondos agrícolas que operan en el CME Group (“Chicago”) dejaron de apostar en contra de los granos gruesos para comenzar a revertir posiciones “vendidas”.
El martes pasado –según publicó este viernes la Commodity Futures Trading Commission– las posiciones netas de los administradores de fondos en futuros y opciones de soja y maíz del CME Group dejaron de caer para “pegar la vuelta”.
Un fenómeno similar se había registrado a fines de febrero pasado, pero a mediados de marzo los inversores volvieron en su mayor parte a “venderse” al prever un escenario bajista para los granos gruesos.
El principal factor que contribuyó esta semana a cambiar el “humor” de los inversores es el “efecto arrastre” de la importante alza que registraron las cotizaciones internacionales del trigo, producto que, además de emplearse para alimentación humana, se dedica también para abastecer consumos forrajeros (y que por lo tanto compite parcialmente con el maíz).
El contrato Trigo Chicago Mayo 2024 finalizó este jueves en 221,7 u$s/tonelada con un alza semanal de 19,5 u$s/tonelada, al tiempo que la posición Trigo Julio terminó en 228,6 u$s/tonelada con una suba semanal de 20,4 u$s/tonelada.
En la zona del Mar Negro –la principal abastecedora de trigo del mundo– el riesgo geopolítico está a “flor de piel” con la continuidad de la guerra ruso-ucraniana y la inestabilidad presente entre Israel y las naciones musulmanas vecinas, lo que pone en riesgo la seguridad del Canal de Suez como “arteria” logística clave para poder concretar exportaciones agroindustriales destinadas a la región asiática.
Por otra parte, el factor climático también comenzó a ser incorporado en las cotizaciones del trigo a partir de una restricción hídrica presente en la principal región cerealera de Rusia.
También se está registrando una sequía moderada a severa en muchas zonas estadounidenses de trigo de invierno de los estados clave de Nebraska y Kansas, con el agravante de que en la próxima semana no se prevén precipitaciones sustanciales que puedan revertir el déficit hídrico.
En otro orden, existe gran incertidumbre sobre la capacidad de producción de trigo de la Argentina donde, si bien las condiciones de humedad son buenas a óptimas, los costos de producción se encuentran muy desarbitrados respecto de los precios internos como producto de distorsiones cambiarias y tributarias.
En ese marco, los operadores especulativos que buscan anticiparse a las tendencias del mercado para captar utilidades a través de la compraventa de futuros y opciones agrícolas quitaron el “pie del acelerador” de la hipótesis bajista que vienen proyectando –con acierto si se analiza en retrospectiva– desde fines del año pasado.
Los precios de los futuros de soja y maíz en el CME Group (“Chicago”) siguieron bajo presión esta semana impulsados por “apuestas bajistas” realizadas por operadores especulativos.