Hacerle entender al productor que con un hongo se puede combatir otro hongo que está afectando su cultivo, ha sido una tarea bastante compleja para las empresas que elaboran esos insumos alternativos a los tradicionales agroquímicos. Es que cuesta creer que la solución a los problemas agronómicos puedan estar dentro mismo de la Naturaleza. Pero para llegar a ella, de todos modos, hay que investigar tanto o más. Es lo que nos cuenta Juan Busto, el director comercial de la empresa Índigo en la Argentina.
Desde su origen en los Estados Unidos, Índigo se ha especializado en estudiar las interacciones entre los microrganismos y las plantas en un ambiente determinado. Dicho expertise le permite luego elaborar productos comerciales con microorganismo específicos para cada zona y cultivo.
“Nosotros primero probamos en el laboratorio los distintos microorganismos y detectamos qué poder tienen sobre distintos tipos de hongos y las semillas de distintos cultivos. También probamos en dosis diferentes. Entonces de esa forma vemos cuál funciona mejor en distintas situaciones y cual podemos desarrollar. Después se hacen ensayos en maceta y después a campo”, contó a Bichos de Campo Busto, dejando en claro que detrás de los productos biológicos hay tanta o más investigación o más como la que requiere probar un agroquímico.
Desde 2014, las investigaciones de Índigo se basan en estudiar las interacciones de una variedad específica con el medio y observar cuánto el ambiente limita que se exprese la planta. “Los científicos empiezan a estudiando plantas en situaciones de estrés muy profundo y las comparan entre sí. Entonces las plantas que se van muriendo se aíslan para estudiar con tecnología genómica y digital las bases nitrogenadas, que son las que componen las sustancias químicas del ADN de los microorganismos”.
Siguió explicando: “De este modo se empiezan a identificar los microorganismo que están presentes, se ve si vale la pena el efecto y se tratan de replicar, para luego intenta formular un producto comercial”.
“A raíz de este desarrollo Índigo es una de las empresas que tiene una gigantesca biblioteca de microorganismos”, puntualizó Bustos.
Mirá la entrevista completa a Juan Busto:
-¿En qué tipo de tratamientos se emplean estos microorganismos?
-A partir de estos microorganismo bien identificados tenemos la capacidad de proveer soluciones customizadas o a medida para quien quiera formular productos específicos. Por supuesto hay un montón de microorganismos que se podrían traer, pero trabajamos con los que van acorde con la región y los cultivos que nosotros queríamos. Esta selección lo tenemos enfocado en tratamiento de semillas. Recién ahora estamos empezando a trabajar sobre foliar, pero lo nuestro es fundamentalmente tratamiento en semillas.
-¿Cómo hacen este tratamiento en semillas?– preguntamos.
-La idea es recubrir la semilla con los microorganismos para cuando se siembra, tenga la protección. Lo interesante de estos microorganismos es que son bacterias endófitas que cuando la semilla germina y la planta empieza a crecer se meten adentro de la planta, hacen asociaciones con la planta y producen efectos benéficos a través de la generación de fitohormonas que promueven el desarrollo radicular. Lo que nosotros buscamos con todas estos efectos es que mejorar el rendimiento, porque estas son tecnologías sustentables, muy buenas, pero tienen que generar un efecto. Tienen que ser competitivas y la competitividad está en productividad y en precios.
-¿Y qué efectos benéfico logran estos tratamientos?
-Ahí estamos hablando de un biocontrol, o sea, controlar los hongos que están presentes en el suelo o que trae la semilla pegados para cuando brote no se muera. Las trichodermas son un gran competidor en el mercado porque se han establecido en lo que es biocontrol con muy buena performance y muy buena efectividad. Hay otros productos como, el Enterobacter que hace el mismo efecto. Hoy nosotros tenemos desarrollado bacilos que hacen el mismo efecto. O sea, en bioungicidas tenemos varias cosas que apuntan a mantener a raya a los hongos para la planta pueda crecer.
Según Bustos, la empresa se ha especializado en combinar muchos de estos productos, en función de lograr mayor expresión de la planta y es a lo que llaman solución biológica.
“Lo que hacemos es agregarle al Índigo 30 un biofertilizante para potenciar el rendimiento. Entonces, en definitiva, si eso se expresa dejo un rendimiento mayor, y esa es un poco la idea es este combo. No es un producto, sino es usar los productos juntos para llevarle una solución al productor y que le rinda un poquito más el cultivo”, indicó.
-¿Esta solución biológica remplaza totalmente el tratamiento químico habitual o solamente lo disminuye?
–En este caso lo reemplaza totalmente. Hay productores que dicen ‘tengo esta problemática y quiero usar químico¿. Bueno, en este caso también pueden agregar Índigo 30, que es un bacilo súper resistente, no se muere con el químico, vos tratás la semilla y te dura un año y busca mejoras de rendimiento. Entonces podés complementar los químicos o reemplazarlos, según lo que vos estés buscando. Nosotros le damos la solución al productor para cada una de las situaciones que tenga en su campo.