Hace unos días, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, ensayó una solución salomónica para que la sangre no llegue al río en la puja declarada que sostienen el ministro de la Producción, Dante Sica, y su nuevo subordinado, el ex ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere. La pelea es por ver qué área maneja la distribución de los cupos de exportación de productos del agro, comenzando por la millonaria Cuota Hilton. Detrás de eso hay muchas otras cosas, como viajes al extranjero para negociar los acuerdos comerciales que requiere la Argentina.
Según informó oportunamente Bichos de Campo, Peña trató de zanjar la visible diferencia por ver quien repartía el cupo de 29.500 toneladas de carne vacuna para Europa de la peor manera: creó una comisión al estilo de la vieja UCESCI de Guillermo Moreno, en la que intervendrían representantes del fortalecido Ministerio de la Producción, de la degradada Secretaría de Agroindustria y de la propia Jefatura de Gabinete, como para seguir acumulando poder de paso. Muchas manos en un plato hacen puro garabato.
Este lunes Etchevehere contraatacó con la publicación en el Boletín Oficial de tres resoluciones con las que remarca que la potestad en la administración de los cupos de exportación de productos agropecuarios seguirá dependiendo de su cartera, más allá de que esta dependa ahora de un nuevo ministro. Con su firma solitaria, el secretario distribuyó:
- Un cupo para la exportación de 824,75 toneladas de carne vacuna a Colombia entre 9 empresas frigoríficas. El mecanismo para ese reparto se había establecido el 22 de diciembre pasado.
- Otro contingente arancelario para exportar el tradicional cupo de 3.650 toneladas de Pasta de Maní para los Estados Unidos.
Pero el mayor desafío de Etchevehere a Sica quedó latente sobre todo en la Resolución 21/2019. es que allí Agroindustria establece sus dominios sobre la distribución del nuevo gran cupo de exportación que tendrán los frigoríficos argentinos: la recuperada Cuota de 20 mil toneladas de carne para los Estados Unidos, que Donald Trump terminó de conceder a la Argentina en la reunión del G20 de noviembre pasado.
Etchevehere, que sabe que está tensando la cuerda al máximo en su relación con Sica, definió con esta resolución un “mecanismo provisorio” para repartir una cuarta parte de ese cupo, a la espera seguramente de que la pulseada entre ambas carteras se resuelva en los más altos niveles de gobierno.
“En esta etapa se considera oportuno distribuir 5 mil toneladas netas bajo el criterio ‘primero llegado, primero servido’, hasta tanto se establezcan los parámetros de distribución definitivos para los respectivos ciclos comerciales”, aclara la normativa firmada por el ex presidente de la Sociedad Rural.
Según las resoluciones firmadas por Etchevehere, el flamante Comité de Administración de Cupos y Cuotas de Exportación creado por Peña el 11 de enero pasado para zanjar el conflicto de la Hilton de 2019 “ha tomado la intervención que le corresponde”. Pero la verdad es que no hay constancia de que ese espacio se haya reunido y ni siquiera se conoce formalmente la integración definitiva de ese cuerpo colegiado.
Esto no es ninguna minucia: será relevante conocer con claridad qué funcionarios tendrán poder de decisión sobre el reparto desde el Estado de cuotas de exportación que beneficiarán a empresas privadas. Comenzando por la propia Hilton, que moviliza todos lso años negocios por unos 400 millones de dólares y que ha sido objeto de todo tipo de disputas a lo largo de la historia.
El decreto 48/2019, firmado por Mauricio Macri, Peña y Sica, definió que ese Comité estará integrado por el titular de Agroindustria (Etchevehere), por el titular de la Secretaría de Comercio Exterior de Producción y por “un funcionario con rango no inferior a secretario que será designado por el Jefe de gabinete de Ministros”. Se especuló de entrada que ese puesto correspondería al ex vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui.
No ha habido designación formal de este funcionario para ese Comité, o por lo menos no se hizo pública. Respecto de Comercio Exterior, recién la semana pasada macri formalizó la designación allí de Marisa Bircher y otros funcionarios de Producción. Hasta octubre pasado, Bircher formaba parte de Agroindustria, como secretaria de Mercados Agroalimentarios, pero que luego de la fusión de carteras fue ascendida por Sica, que la puso a cargo de toda la estrategia comercial argentina.
Fue Bircher, tras pegar ese salto, la que comenzó a pujar por ver a qué área de Gobierno debía administrar los cupos de exportación de productos del campo. Por ejemplo, comenzó a reunirse con representantes de la industria frigorífica exportadora para definir un nuevo marco para el reporte de la Hilton.
Bircher, junto a Dante Sica y su par de Hacienda, Nicolás Dujovne, incluso mantuvo días atrás una reunión improvisada con el sucesor de Etchevehere en la presidencia de la Sociedad Rural, Daniel Pelegrina. Fue en Resistencia, Chaco, durante la breve visita del presidente Macri a las zonas inundadas. En la jerga política, fue esta una verdadera “mojada de oreja”.
Etchevehere, en rigor, no puso siquiera designar un reemplazante para Bircher, pues la secretaría de Mercados Agroalimentarios directamente fue eliminada de su estructura. Jesús Silveyra, el subsecretario de Mercados Agropecuarios que dependía de Bircher, quedó flotando en el aire, colgado de la nada. Queda claro que su función de ahora en más será la de regular los mercados agropecuarios, pero solo fronteras adentro.
Esta evidente interna en la primera linea del gobierno de Cambiemos, que los funcionarios desmentirán como corresponde, ya llevó a algunos dirigentes rurales, como el titular de Carbap, Matías de Velazco, a preguntarse si no fue un error la degradación de Agroindustria a una secretaría dependiente de Producción. En su momento, el ruralismo no cuestionó la medida públicamente, más preocupado por el regreso de las retenciones que por la pérdida de ese espacio. Pero ahora comenzaron a revisar su posición. “Argentina es agropecuaria y necesita un ministerio”, evaluó De Velazco.