Luego de varios meses de construcción en el Parque industrial y Logístico de San Francisco, en el departamento cordobés de San Justo, quedó inaugurada una nueva planta de producción de biodiésel. Se llama Green Diesel, tiene una capacidad productiva de hasta 6000 litros diarios del biocombustible a base de aceite de soja.
Llamó la atención esta obra llevada adelante por la empresa Aivel SA, sobre todo porque la producción de biodiésel tocó mínimos históricos en 2023, debido a la falta de una brújula que guíe esos negocios, la amenaza de un desembarco de las petroleras a partir de la desregulación de la actividad (algo que proponía el gobierno de Milei en la Ley Bases), y la pérdida de mercados externos. Pero la explicación es que la producción de esta planta es una de las ocho beneficiarias del Programa de Autoconsumo de Biodiésel creado en 2021 e impulsado por el Gobierno de Córdoba. Es decir que el biodiésel no saldrá al mercado sino que será para autoconsumo.
La instalación ocupa 4000 metros cuadrados, fue desarrollada por una pyme local y está a punto de recibir el Sello provincial (SelloB100) que identifica la producción para autoconsumo.
¿Por qué abrir Green Diesel en medio una crisis del negocio de los biocombustibles? La provincia de Córdoba sancionó la ley 10.721 de Promoción y Desarrollo para la Producción y Consumo de Biocombustibles y Bioenergía, como política para promover agregar valor a los recursos agropecuarios.
El ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de Córdoba, Fabián López, explicó que “esta planta permite mostrar cómo podemos producir en Argentina nuestros propios combustibles, que por su naturaleza son mucho más sustentables; y generan menos emisiones de gases de efecto invernadero que los combustibles fósiles”.
Sobre la producción Francisco Pérez, ingeniero químico de Green Diesel, explicó al medio EcoObjetivo. “Nuestro proceso consiste inicialmente en el uso de una materia prima básica como es el aceite vegetal, como el aceite de soja que puede conseguirse en la zona de parte de prensas extrusoras. La idea es recibirlo con camiones en nuestra planta, almacenarlo como materia prima, tratarlo, estandarizarlo para lograr un nivel adecuado y óptimo para luego transformarlo en biodiésel, con el agregado de algunos aditivos extras pero con el 90% de los insumos de aceite de soja”.
En el marco de la inauguración de la planta y a tono con la legislación cordobesa, también se firmó un convenio entre Aivel SA, el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos y el gobierno municipal de San Francisco para facilitar la transición hacia biocombustibles en la flota pública. Esto representa el primer paso de una migración paulatina del consumo de combustibles fósiles hacia biocombustibles.
En los últimos tiempos muchos especialistas han mostrado que el uso de biodiésel en los motores reduce la emisión de material particulado, mejora la calidad del aire, lo que se traduce en una disminución de enfermedades respiratorias. Mientras que otros ensayos realizados en la provincia confirmaron que no hay incompatibilidad entre el biodiesel y los motores que usan los tractores y cosechadoras, así como tampoco en los camiones y colectivos.