En el mundo existen dos mercados de trigo bien diferenciados. Por un lado están los que venden trigo como commodity, “club” integrado por Rusia, Ucrania, Francia y la Argentina. Por el otro, los que segregan e identifican partidas por origen para diferentes usos, como es el caso de EE.UU., Canadá y Australia.
El hecho de que sean dos mercados distintos pueden apreciarse por la diferencia de precios FOB vigente entre ambos y, por supuesto, también en el perfil de clientes.
En EE.UU., por ejemplo, la entidad US Wheat Associates informa todas las semanas los diferentes valores de exportación de las distintas clases de trigo: Hard Red Winter, Hard Red Spring, Soft Red Winter y Soft White, entre otros.
Además, salvo por el caso de Brasil, que importa todos los años entre 5,0 y 6,0 millones de toneladas, las demás regiones importadoras de trigo quedan muy lejos de la Argentina, mientras que nuestros competidores las tienen, como contrapartida, muy cerca. Competir por “precio” en tales circunstancias representa una clara desventaja.
En las últimas décadas hubo varios intentos –todos fallidos– para comenzar a instrumentar algo parecido en la Argentina a través de la implementación de grupos de calidad caracterizados por diferentes niveles de fuerza panadera (W), índice de tenacidad/extensibilidad (P/L), estabilidad, falling number y proteína.
Esta semana ese sueño volvió a revivir en una reunión realizada por Carbap en la sede de la Sociedad Rural de Lobería, donde referentes del sudeste bonaerense se propusieron comenzar a trabajar en el asunto.
En el evento el consultor Leandro Pierbattisti y el corredor y analista agrícola Javier Buján explicaron cuáles son los fundamentos sobre los cuales se gestiona la comercialización de trigo tanto a nivel internacional como local.
Buján, promotor del diseño de la plataforma Sio Granos, de hecho impulsó en su momento la incorporación en la misma de registros de calidad de trigo con el propósito de poder confeccionar un mapa de calidad nacional en tiempo real, aunque eso jamás fue cumplido.
Actualmente el único relevamiento oficial vigente es el realizado por el Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, el cual ofrece análisis gratuitos de calidad de trigo junto con las cámaras arbitrales de Buenos Aires y de Bahía Blanca.
En la reunión de Lobería se analizaron diferentes propuestas para poder agregarle valor al negocio triguero argentinas, las cuales ahora serán analizadas por los integrantes de la Comisión de Granos de Carbap y, si prosperan, intentar acercarlas al gobierno nacional.
Asistieron al evento miembros de la Mesa Ejecutiva de Carbap, el presidente de Argentrigo, Martín Biscaisaque, y referentes agrícola de la región sudeste bonaerense.