Aunque el Senasa habilitó esta semana un primer lote de producción nacional de la vacuna contra la encefalomielitis equina, esa partida no alcanza para la fuerte demanda que se desató tras la aparición de cientos de brotes de esa enfermedad. En este marco, se ha hecho una constante el contrabando de ese medicamento desde Brasil.
Una prueba de ello es que este miércoles, los efectivos del Escuadrón 14 Las Palmas de la Gendarmería, apostados sobre el kilómetro 1.060 de la Ruta Nacional 11, detuvieron a un rodado que se dirigía hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Al momento de la inspección, los funcionarios detectaron en el baúl del automóvil, la presencia de conservadoras con un total de 500 dosis de vacunas contra el virus encefalomielitis equina, de origen brasilero”, informó el organismo de seguridad.
Es fácil adivinar el final de esta historia: “Los gendarmes le solicitaron al conductor que presente la documentación correspondiente pero el ciudadano admitió que no poseía la habilitación solicitada”. Eran vacunas de contrabando, que se llegan a vender hasta a más de 30 dólares por unidad, debido al creciente temor de los propietarios de caballos por la elevada mortandad que está produciendo la enfermedad, que ya tiene más de 600 focos activos en todo el país.
En este caso de contrabando, que se suma a otros informados por la AFIP, Intervino el Juzgado Federal 1, que dispuso el secuestro de la mercadería. Esperemos que la entreguen rápido a alguna entidad de bien público que cuide caballos y la pueda utilizar.
Curiosamente estos casos de contrabando se producen aunque el Senasa confió que tiene habilitada la importación legal de vacunas desde Brasil, país donde se siguen aplicando (en la Argentina dejaron de ser obligatorias en 2018), pero que no han recibido ningún requerimiento formal de las empresas que allí la producen para traerlas a la Argentina.