Mario Bragachini, el coordinador del Programa Nacional Valor Agregado, Agroindustria y Bioenergía del INTA, es una de las voces más escuchadas cuando se habla del mercado de maquinaria agrícola, pues lo conoce al dedillo. Fue este técnico quien anticipó la fuerte caída de ventas de equipos que luego fue confirmándose con la estadística del INDEC. Ahora es él quien anuncia que se ve una luz al final del túnel con la nueva cosecha gruesa. Bragachini cree que a partir de “abril o mayo de 2019” se reactivarían las ventas.
Ver Ahora si se siente fuerte la caída de las ventas de maquinaria agrícola
En un extenso informe que lleva su firma, Bragachini señaló que “el final del año 2018 llegó con una caída de venta preocupante que compromete puestos de trabajo de fábricas genuinas”. Peor de inmediato añadió: “Hay pronóstico de reactivación para fines de abril y mayo de 2019, tendiendo en consideración los supuestos favorables de una cosecha récord 2018/19 y una recuperación del crédito con tasa conveniente de las bancas oficiales y privadas orientadas a incentivar la compra de maquinaria nacional”.
En el trabajo, el técnico del INTA Manfredi cita datos del INDEC que muestran que en el tercer trimestre 2018 las ventas de maquinaria agrícola cayeron en promedio un 43,5% respecto del mismo período de 2017 (se vendieron 65% menos de cosechadoras, 54% menos de tractores, 19,2% menos de sembradoras y 35,4% menos de implementos).
A juicio de Bragachini, esto resultó en “un combo peligroso” para el sector de la maquinaria agrícola argentina (con más del 60% de fabricación nacional). “El año termina con muchas empresas en situación dificultosa para pagar sueldos y aguinaldo (proceso de crisis), vacaciones prolongadas, inicio del año incierto, con menos días laborales y clausura de pedido a proveedores, algunos en caída en cascada, por corte de la cadena de pago”, describió.
Hubo varios factores, según el experto, que condujeron a este desfiladero:
- El primer trimestre de 2018 fue normal, con créditos de tasas subsidiadas de la banca oficial y bancos privados. Pero luego ocurrieron problemas de corridas cambiarias donde el crédito normal desapareció y los pocos disponibles tienen altas tasas de interés.
- Las máquinas aumentaron sus precios siguiendo al dólar y los productores pecuarios (leche, carne, cerdo, pollo) atados al peso en un mercado interno deprimido no pudieron trasladar el precio de sus productos y perdieron capacidad de inversión.
- El otro gran comprador de máquinas es el contratista rural, que también sufrió un año con menos toneladas cosechadas por impacto de la sequía. Sumado a eso, los créditos tomados para la compra de maquinaria son dolarizados y los servicios se cobran con un peso devaluado.
- Al productor genuino y al arrendatario, ambos importantes compradores también, la sequía les quitó el 30% de la producción en promedio, lo cual representa entre el 60 y el 70% del margen de ganancia, quedando con muy baja capacidad de compra.
“Estos factores negativos se fueron acumulando meses tras meses hasta llegar a una situación límite de dificultad para mantener los puestos de trabajo, principal preocupación económica y social, con algunas cadenas de pago cortadas. La realidad del sector requiere de una intervención del Estado con un tratamiento en situación de emergencia para evitar un cierre en cadena de las empresas Pymes del sector con masivos despidos”, recomendó Bragachini.
Ver Por la caída de ventas, las fábricas de maquinaria agrícola ya hablan de suspender y despedir gente
De todos modos, el especialista del INTA apuntó: “La parte positiva está apoyada en el pronóstico agroclimático para una cosecha récord 2018/2019 estimada en 130 millones de toneladas”.
“El comienzo de una recuperación del mercado interno de maquinaria agrícola se espera para los meses de abril y mayo de 2019, una vez recolectada gran parte de la cosecha de grano grueso y un cambio con dólar favorable para exportación los productores y contratistas podrán reactivar un 50% del mercado perdido”, estimó el analista.
Para Bragachini, esta recuperación de la demanda “podría repercutir positivamente siempre y cuando esté acompañado por políticas crediticias favorables hacia el “Compre argentino”; es decir, para incentivar la compra de máquinas construidas con más del 60% de componentes nacionales”.
Más adelante, el investigador del INTA dijo que esos créditos “se deberían hacer presentes ya en enero, porque si llegan en marzo ya es tarde para muchas Pymes”.
Para graficar la importancia del sector de la maquinaria agrícola en Argentina, Bragachini apuntó que en 2017 logró un récord de venta de 2.100 millones de dólares, distribuidos un 50% para máquinas nacionales (las que tienen más del 60% de componente nacional) y otro 50% a máquinas importadas terminadas y ensambladas aquí con menos del 30% de componentes nacionales. También el año pasado se exportaron máquinas agrícolas a más de 30 países diferentes por 149 millones de dólares.