La comercialización de granos en el mercado argentino seguirá restringida en las próximas dos semanas con ventas puntuales destinadas a generar liquidez para cubrir compromisos impostergables.
Este martes, primer día hábil luego de la victoria de Javier Milei, el gobierno saliente producirá un ajuste del tipo de cambio para exportadores (“dólar exportador”) con el propósito de reducir la brecha con el tipo de cambio libre.
Sin embargo, tal como viene sucediendo en las últimas semanas, los empresarios agrícolas seguirán conservando el stock remanente de soja 2022/23 para comercializar lo estrictamente necesario de maíz y trigo (este último cereal se está cosechando en la actualidad).
De todas maneras, la meta, en todos los casos, es conservar el “capital grano” hasta tanto se defina el nuevo marco macroeconómico que implementará el gobierno de Milei a partir del próximo 11 de diciembre (asume el 10, pero ese día está reservado para actos protocolares).
No se espera –tal como adelantó Bichos de Campo– que haya cambio alguno inmediato en materia de derechos de exportación de los principales cultivos argentinos, especialmente porque el programa económico de Milei contempla emplear parte de lo recaudado por retenciones agrícolas para intentar desactivar la “bomba” inflacionaria de las Leliqs que deja como herencia la gestión de Sergio Massa.
Si bien tal noticia puede llegar a defraudar a parte del sector agrícola, la realidad es que actualmente las “retenciones cambiarias” son un mecanismo mucho más extractivo para el agro que los derechos de exportación, con lo cual todo lo que contribuya a establecer un solo tipo de cambio (como ocurre en cualquier país normal) representa un avance importante para recuperar la competitividad sectorial.
La normalización del mercado cambiario también debería contribuir a eliminar o al menos reducir las enormes distorsiones que actualmente “inflan” por demás el precio interno de ciertos agroinsumos clave ante las dificultades para conseguir divisas para gestionar importaciones de los mismos.
Una vez instrumentadas las medidas orientadas a normalizar el tipo de cambio, las cuales se harán de un solo “golpe” ante la compleja herencia dejada por el kirchnerismo, el ritmo de la comercialización de granos comenzaría a normalizarse.