“Sorprendentemente en septiembre volvió a crecer el ingreso de hacienda a los corrales”, dijo Juan Eiras -un reconocido directivo de ese sector- respecto del relevamiento hecho por la Cámara de Feedlot.
Según las estadísticas de los engordadores, el 66,4% de los corrales están ocupados, lo que significó un incremento porcentual de 4% con relación al mes anterior. Se trata del porcentaje de ocupación más alto en 5 años para el mes de septiembre.
En tanto, el índice de reposición es de 1,3 a 1 lo que significa que está ingresando casi un animal y medio por otro que sale a faena.
Esto garantiza buena oferta de hacienda y carne por varios meses, aunque en contrapartida no habrá oferta por fuera de lo que ofrezcan los corrales.
Eiras explicó que hay tres causas que impulsar el mayor encierre. En primer lugar destacó la falta de lluvias. El Niño se demora, hay muchas regiones secas y los productores ya no cuentan con forraje, por lo que no les queda otra alternativa que mandar el ganado que no pueden retener a los feedlots, donde se alimentan con granos.
En segundo término, destacó que hay una buena relación de compra/venta. El ternero de invernada se vende entre 850 y 950 pesos por kilo vivo, el mismo valor que se paga por los novillitos y vaquillonas que van a faena. Históricamente el kilo vivo de un ternero que entra a los corrales costaba 15% más que el animal terminado.
El tercer factor, y de gran importancia, es la incertidumbre política y macroeconómica. “Nadie quiere tener pesos en la mano que se devalúan fuertemente cada semana y al mismo tiempo nadie sabe cuánto valdrá el dólar y el ganado cuando estén terminado”, explicó el especialista.
Lo cierto es que el ganado que se está encerrando en la primavera saldrá al mercado a partir del inicio del año que viene, con un nuevo gobierno y el estreno de medidas económicas. Por eso la tenencia para los ganaderos es vital.
Eiras además se refirió a lo que espera de la oferta ganadera en 2024. Dijo que “vamos a un escenario de fuerte escasez de terneros, como consecuencia de la liquidación de vacas”, que este año representaron el 21% de la faena total y el 49% sumando vaquillonas y terneras, un porcentaje alto que habla de un proceso de liquidación de rodeos de cría.
La escasez también se evidenciará en las categorías de terneros más pesados que se utilizan para el engorde hasta novillos pesados, debido a que no se hicieron recrías en cantidad por las limitantes que imponía la sequía.
“Habrá faltante de todo”, evaluó Eiras, lo que presupone un mercado con precios firmes al menos en la primera parte de 2024 y hasta que no salga al mercado la hacienda que se encierre y engorde durante la zafra de terneros.