“Estamos en un enchastre tan grande de mercado que estamos rogando que sea el 10 de diciembre (de 2023) y nos dejen de embromar con todas las medidas de intervención”. Así lo indicó el corredor de granos Javier Buján en una charla mantenida este jueves con el analista Carlos Etchepare.
Buján explicó que los productores argentinos, en lo que respecta a las decisiones de venta de granos de la nueva cosecha 2023/24, tienen más en cuenta factores climáticos y monetarios que variables propias del mercado agrícola.
“El daño que se ha hecho es enorme y hay que desarmarlo lo antes posible para que el mercado agrícola vuelva a funcionar de manera eficiente y transparente”, apuntó Buján, presidente de la corredora Kimei, en una entrevista transmitida por Agroeducación.
Salvo para comprar insumos y realizar una inversión puntual, Buján dijo que el productor no tiene ningún incentivo para desprenderse de los granos hasta tanto no se produzca un reacomodamiento de las principales variables macroeconómicas y cambiarias (algo que podría ocurrir con el nuevo gobierno nacional que asuma el 10 de diciembre o eventalmente antes).
El corredor de granos señaló que quedan en manos de productores argentinos al menos cinco millones de toneladas de soja 2022/23, las cuales representan una cifra muy baja para poder asegurar el empalme con el ingreso de la nueva cosecha 2023/24.
“El stock remanente de soja es un volumen muy pobre porque ya estamos casi en octubre y luego tenemos que atravesar noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo”, remarcó.
En lo que respecta al régimen cambiario especial del “dólar soja 4”, que finaliza esta semana, Buján comentó que terminó beneficiando más a la exportación que a la industria, sector este último que va camino a encontrar importantes dificultades ante la falta de mercadería.
Hasta el momento se declararon en la Secretaría de Agricultura para el próximo mes de octubre embarques de soja por 772.258 toneladas versus exportaciones de harina de soja por 88.004 toneladas. A partir del mes de noviembre, sin el efecto distorsionador del “dólar soja 4”, la relación de embarques entre poroto y harina de soja regresa a niveles esperables para la presente época del año.
La normativa vigente habilita a los exportadores de soja a embarcar hasta el próximo mes de mayo de 2024 la mercadería originada en el marco del “dólar soja 4”.
Totalmente de acuerdo con Javier. han hecho un desastre tan grande con los mercados que no sabemos cual es el precio real de la soja o del maiz y nos va a costar mucho mas allá del 10 de diciembre develar cual es la realidad del mercado. lo mas terrible que han hecho es que no sepamos que valen las cosas
En el mundo esta pasando idénticas situaciones. No generan mas problemas.