Grupo Molino Chacabuco es otro viejo conocido en el sector agropecuario. Con más de 100 años de trayectoria, la compañía se dedica a elaborar y comercializar alimentos para personas (principalmente harinas) y para mascotas. Nació como molino harinero y luego incorporó la unidad de negocios destinada a las mascotas.
Allí opera con las marcas Raza, Mapu, Pampa y Gaucho. En el segmento de las harinas comercializa bajo las marcas Chacabuco, Limay y Catriel. A su vez, el Grupo cuenta con una tercera unidad de negocio, la división agropecuaria dedicada a ganadería y agricultura.
Sus orígenes se remontan a la sociedad Crespo y Rodríguez, casa consignataria fundada en 1906. Sus socios Tomás Crespo Casal y José María Rodríguez Area adquirieron en 1918 un molino localizado en la ciudad de Chacabuco, provincia de Buenos Aires. La empresa continúa en manos de este grupo empresario comandado por la cuarta generación de estas familias. El actual gerente general de la firma es Tomas Crespo Tassara, que sucedió en el cargo a Diego Crespo.
Los números de la firma son contundentes: Con dos plantas de producción y una de envasado, elabora anualmente 140.000 toneladas de harina y alimento para mascotas que vuelca al mercado interno y unas 22.000 toneladas que destina a la exportación.
La firma comercializa en el mercado interno con la marca Chacabuco en bolsas fraccionadas de 1 kilo y para la industria, de 25 kilos. Es reconocida localmente por sus productos de excelente calidad panadera. En los últimos años también comenzó a incursionar fuerte en el segmento de productos especiales y en este marco lanzó harinas de trigo pero con el agregado de semillas o legumbres, entre otros ítems. Hacia adelante proyectan lanzar al mercado una harina sin TACC (trigo, avena, cebada y centeno).
Según la estadística oficial, el grupo molió alrededor de 100.000 toneladas de trigo durante el año pasado, lo que representa el 2% del total de molienda nacional. Molino Chacabuco integra el ránking de las empresas de mayor molienda de la Argentina y se ubica en el sexto puesto detrás de Molino Cañuelas, Molinos Fénix, Molinos Florencia, Lagomarsino, Molinos Juan Semino y Molino Argentino.
En lo que respecta a los alimentos para animales, en 1962 incursionó en el negocio para animales de producción con el lanzamiento de su marca Kilomax para abastecer, en su mayoría, a la industria de pollos que venía creciendo. De esta manera consigue agregarle valor al afrechillo de trigo, insumo básico de estos productos.
En 1998 sumó una nueva línea de producción a su planta industrial para elaborar alimentos para mascotas que comercializa con las marcas Maxpet, Raza, Mapu, Pampa y Gaucho. Poco más del 50% de sus ingresos provienen de este negocio. Destina al mercado interno unas 48.000 toneladas y para la exportación 10.500 toneladas. En el exterior sus principales compradores son Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia. No solo vende alimento balanceado: también ofrece barras de cereal con carne y panceta, guisados y golosinas para perros.
La firma cuenta además con el establecimiento agropecuario “El Cardal” de 1.500 hectáreas, en Tres Lomas (Buenos Aires), donde realiza agricultura y cría bovina. Al mismo tiempo también poseen el establecimiento “Marín”, de 3.700 hectáreas, donde también se realiza agricultura y ganadería.
La empresa tiene sus plantas en Chacabuco, provincia de Buenos Aires. Cuenta con un total de 300 empleados.
En su ejercicio económico cerrado en junio de 2022 la sociedad Molino Chacabuco facturó alrededor de 6.830 millones de pesos y obtuvo una ganancia después de impuestos de 61,3 millones. En tanto la sociedad Nutripet, controlada por el grupo, facturó 5.722 millones y obtuvo una ganancia de 106,4 millones de pesos.
Respecto a los créditos tomados por la compañía con entidades bancarias radicadas en el país, según el BCRA, Molino Chacabuco cuenta con una deuda de alrededor de 1.000 millones de pesos, toda en situación 1 (normal, sin atrasos en los pagos), el 71% del total con el Banco Provincia de Buenos Aires, el 7% con el Santander y el resto se reparte en menor medida entre el Macro, el BBVA y el Superville. Mientras tanto Nutripet posee una deuda de 717 millones, el 42% con el BBVA, el 20% con el Santander y el 13% con el Galicia.