Un día después de que el gobierno argentino procediera a intervenir el mercado de exportación de maíz, se activaron las declaraciones de permisos de embarques del cereal y, por extensión, la recaudación anticipada de derechos de exportación.
Desde que comenzó a regir el régimen del “dólar maíz” se registraron Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE-360) por 399.500 toneladas de maíz con embarque para el presente mes de agosto.
Es curioso porque tales registros, al embarcarse en el transcurso del presente mes, podrían haberse declarado con un DJVE-30 para evitar el pago anticipado de derechos de exportación. Pero, por alguna razón, los exportadores optaron por declarar los embarques de maíz con DJVE-360.
La normativa vigente dispone que los exportadores de productos agroindustriales están obligados a abonar al menos el 90% del derecho de exportación correspondiente (12% en el caso de los cereales) dentro de los cinco días hábiles desde la registración de las DJVE-365, lo que implica, en los hechos, que el impuesto debe pagarse por adelantado.
Otro hecho curioso es que, el mismo día de implementación de “dólar maíz” (25 de julio), los precios FOB del maíz argentino –fijados diariamente por la Secretaría de Agricultura– misteriosamente subieron al tiempo que los valores del cereal en el resto del mundo bajaban. Cosa e‘ mandinga.
Gracias a ese oportuno ajuste, la recaudación anticipada por derechos de exportación del maíz se incrementó, de manera tal que, desde el inicio del “dólar maíz”, la misma ya acumula una cifra de 2723 millones de pesos.
Al cobro anticipado de derechos de exportación se suma, gracias al “dólar maíz”, el cobro anticipado de las divisas generadas por los futuros embarques del cereal, lo que representa un desafío importante para el próximo gobierno elegido en octubre próximo, el cual asumirá el 10 de diciembre de 2023.
¿Es el maíz el producto más conveniente para generar liquidez? Los números dicen que no