Adriana Riccetti es productora de alcauciles en el cordón hortícola de La Plata desde hace décadas y además se ocupa de coordinar un grupo de productores. El cultivo tiene un fuerte arraigo cultural entre los tanos inmigrantes que llegaron a esa zona, ya que Italia es el principal consumidora y productora de la alcachofa (como se la llama en otros países). No fue tanto la rentabilidad lo que definió su producción sino las ganas de que perdure un alimento que para muchos es exquisito.
“Los alcauciles que llegaron a La Plata fueron brotes que venían en las valijas de los inmigrantes italianos”, describió Adriana Riccetti a Bichos de Campo.
Adriana coordina un grupo de 9 productores desde hace más de 20 años en la zona, que da pelea para que el consumo de alcaucil no decaiga. Es que las características de este alimento son muy particulares: los alcauciles se cosechan durante un corto período de tiempo que no excede los dos meses, durante la primavera (antes de que esta flor abra) y luego de cortados son muy perecederos. El mercado de exportación es nulo por este tema de la conservación, de modo que la demanda interna debe ser fuerte para traccionar la siembra de este cardo (Cynara scolymus), que hoy alcanza las 1.000 hectáreas.
Hace 4 años, los productores de alcauciles lograron el sello de indicación geográfica “Alcachofas platenses” y ahora trabajan para difundir el consumo y que no quede solo en las generaciones mayores. Es por esto que llevan a cabo, durante 12 años ya, durante un fin de semana de octubre la Fiesta del Alcaucil. Este año toca el 6 y 7 de en la Plaza Moreno de La Pata.
Aquí la nota completa con Adriana Riccetti:
El alcaucil es un cultivo perenne, que puede perdurar entre dos y tres años en el lote. La cosecha, como ya se dijo, es muy estacional y se concentra a la sallida del invierno y entrada de la primavera. “Este año por las cuestiones climáticas tan marcadas la cosecha se retrasó mucho y recién ahora estamos cosechando”, señaló Riccetti.
“Hoy el productor está recibiendo 250 pesos por cada docena de alcauciles, pero estamos hablando de un precio excepcional en época, por esto que te comentaba del clima, es considerado primicia”, apuntó Adriana.
Las variedades del alcaucil son: violetas, ñatos o romanescos -de aspecto globoso-; híbridos violetas, muy tiernos y recomendados para consumo fresco; o híbridos blancos o verdes, con corazón grande y buena consistencia, ideales para la industrialización y la elaboración de rellenos.
Las infusiones de alcachofas son ideales luego de una abundante comida o problemas hepáticos, gracias a sus propiedades: por su alto contenido en cinarina ayuda a la digestión. Además, es diurético y fortalece y limpia el hígado; ayuda a la vesícula en la eliminación de la bilis y reduce el colesterol.
Muchos, sin embargo, lo prefieren como aperitivo: es furor por estos días el Cynar Julep, una combinación de la bebida italiana con jugo de pomelo o gaseosa.