Aunque ya está probado que el cordobés Íder Peretti tiene la cara de amianto y resulta insensible a cualquier crítica, siempre es sano que los productores recuerden y señales a quienes, saliendo de las filas del sector, hayan pactado con el poder político de turno para promover políticas visiblemente anti-agropecuarias. Peretti, como ladero empresario de Guillermo Moreno entre 2010 y 2013, lo hizo, a punto tal de sacar provecho personal y enriquecerse con la venta de los ROE Verde (permisos de exportación) para trigo y maíz, por cifras millonarias que le permitieron pasar a ser un estanciero, entre otras matufias.
Ahora Peretti, esposo de Daniela Borgogno, una intermediaria de hacienda que también es recordada por varios productores debido a sus estafas con la compra de vacas Holando para exportar a Venezuela, aparece ahora como candidato del Partido Justicialista para ser intendente de su ciudad, Morteros. En ese derrotero, acompañará nada menos que la fórmula a gobernador que lidera Martín Llaryora por Hacemos Unidos por Córdoba, que agrupa al oficialismo provincial liderado por Juan Schiaretti.
El actual gobernador ha tenido una relación más que cordial e incluso muy cercana con los dirigentes rurales de Cartez, la confederación de asociaciones rurales de Córdoba, y por lo tanto éstas sintieron la postulación de Peretti entre sus filas como una suerte de traición. De hecho calificaron a Peretti como “una figura en la boleta que atenta contra los productores, otra vez”.
“La repentina aparición en una boleta electoral en la provincia de Córdoba, de una persona íntimamente relacionada con oscuros negociados de orden internacional y que además fue funcional al poder de turno para intentar romper la organización de las fuerzas productivas que apuestan cada día por el trabajo y el progreso de país; no puede dejar de alertar y alarmar a las organizaciones del campo de la provincia de Córdoba”, sostuvieron las bases de Cartez en un comunicado.
“Ider Peretti es sinónimo de traición para los productores agropecuarios de Córdoba y el país. Y por eso las entidades del campo que representan los intereses de esos mismos productores, levantan la voz para repudiar la inclusión del mismo a una boleta electoral de Hacemos Unidos por Córdoba”, sostuvo el manifiesto que .firmaron las rurales de Jesús María, Río Cuarto, Villa María, General Cabrera, Vicuña Mackenna, el Oeste de Córdoba, Marcos Juárez, Adelia Maria, Bell Ville, La Carlota, Monte Buey, Leones, Oliva, Cruz del Eje, Ganadería del Norte y Hernando.
Breve biografía política de Ider Peretti, el ladero más fiel de Guillermo Moreno
Las organizaciones cordobesas recuerdan que cuando Guillermo Moreno era secretario de Comercio, durante los primeros gobiernos kirchneristas, “tomó a Ider Peretti como elemento de quiebre de las organizaciones del campo”. En aquel momento, Peretti era presidente de la sociedad rural de Morteros, luego desafectada de Cartez. “Sus comportamientos iban en contra de la defensa de los intereses del productor que representamos”, recordaron.
En realidad, una extensa investigación de Bichos de Campo demostró que las conductas de Peretti no solo lesionaron a las huestes ruralistas sino que fueron mucho más graves que eso. Se demostró, por caso, que cuando Moreno lo entronizó en la CGE, se creó una falsa cámara de exportadores de cereales (Capeco, hoy desaparecida) que recibió de parte del funcionario los ROE por varios millones de toneladas de maíz y trigo. Peretti y Borgogno recibían a muchas exportadoras truchas en el cuarto piso de l edificio de la CGE, y transaban con dichos permisos de exportación a cambio de pagos que podían valer unos cuantos dólares por tonelada. Luego esas firmas truchas revendían sus ROE a empresas exportadoras reales, que concretaban los embarques.
Todo esto al amparo de Moreno, quien incluso le puso Íder a un perro que le regalaron como mascota.
Cuando el ocaso de ese ex secretario, y con el cambio de gobierno en 2015, Peretti se vio obligado a renunciar a todos sus cargos en la CGE, pero en la huida se llevó suficientes recursos como para adquirir la propiedad de un campo santafesino valuado en más de un millón de dólares.
En su fuga del poder, Ider Peretti se gastó 1 millón de dólares para comprar un campo
“Hay límites que no se pueden cruzar y no estamos dispuestos a hacerlo; ya lo repudiamos una vez y no va a volver a suceder”, en una reprimenda pública al oficialismo de Schiareti y Martín Llaryora.
Era hora que este tipo de conductas de los políticos tengan al menos una reprimenda pública de los ciudadanos.