Este viernes se llevó a cabo en la Enoteca de Mendoza la firma de un convenio de cooperación para la entrega de aportes no reembolsables por 500 millones de pesos para productores viñateros de todo el país, que habían sido afectados por las fortísimas heladas de fines de octubre e inicios de noviembre del año pasado. Hace varios meses esta había sido una promesa del ministro de Economía y Agricultura, Sergio Massa, quien administra este tipo de recursos. Pero inexplicablemente ahora el acto fue encabezado por su par de Desarrollo Social, la ex diputada albertista Victoria Tolosa Paz.
Triste postal la que se construye desde el Gobierno con la ayuda destinada a los pequeños viñateros de todo el país, familias de orgullosos productores que hace décadas construyeron cientos de kilómetros canales de riego para ganarle hectáreas al desierto, implantaron vides y construyeron la base de una sólida agroindustria vitivinícola. Ahora, aprovechando la desgracia de las heladas y otras contingencias climáticas, se los trata como beneficiarios de ayuda social y se los utiliza como telón de fondo para un acto con visibles todos de campaña electoral.
Una Coviar (Corporación Vitivinícola Argentina) altamente politizada es la responsable directa de la degradación de su propia base de representatividad, conformada por miles de productores que lamentáblemente ahora necesitan ayuda, pero que suelen ser esquilmados como cualquier otro productor del país, sometidos a una presión fiscal muy elevada y a una brecha cambiaria que lesiona seriamente el aparato productivo.
Creada por ley, la Coviar es un organismo público-privado que debe articular las acciones necesarias para cumplir con los objetivos del Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2020 (PEVI). Esto de tratar a los productores como “planeros” no forma parte de los objetivos.
Se trata de una entidad con jurisdicción nacional, encargada de administrar los recursos que, mediante la contribución establecida en la Ley 25.849, las empresas vitivinícolas aportan para financiar las acciones necesarias para llevar adelante ese plan. Pero ante la contingencia climática debió recurrir a solicitar partidas adicionales de parte del gobierno central. Massa, que viajó a Mendoza en noviembre pasado para anunciar este socorro a los productores afectados por las heladas, ahora desapareció de la escena y dejó terreno libre a Victoria Tolosa Paz, su par responsable de la política social. Fue ella quien llevó a Mendoza los 500 millones.
La Coviar ya había tenido antecedentes como organizadora de cuasi-actos de campaña para el oficialismo. En marzo pasado, en otra actividad semejante que incluyó un almuerzo campestre, había distribuido fondos no reembolsables de Nación por 363 millones de pesos “para el sostenimiento y desarrollo de los productores más chicos de la vitivinicultura”. En esa ocasión estuvieron el presidente y vicepresidente de la Corporación, Mario González y José Alberto Zuccardi, pero además la propia Tolosa Paz y el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, ahora precandidato a presidente del oficialismo.
En aquel momento, por lo menos, el secretario de Agricultura de la Nación, Juan José Bahillo, quien debe articular con la Coviar, había dicho presente. En esta nueva oportunidad ese funcionario ni se presentó en Mendoza. Simplemente su cartera -encargada además de la administración de los fondos de la Ley nacional de Emergencia Agropecuaria- informó que “el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación envió los fondos para asistir a viticultores de hasta 10 hectáreas que hayan sufrido pérdidas por contingencias climáticas”.
A muchos viñateros no les queda otra que prestarse a este juego, necesitados de fondos para enfrentar o solo varios años seguidos de bajos precios de la uva sino el daño que provocó la fortísima helada del 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre, un fenómeno de una intensidad inusitada que finalmente achicó la vendimia 2024 en casi 25%.
La ayuda hacia ellos se canalizará como Aportes No Reembolsables de 80.000 pesos como mínimo y 160 mil pesos como máximo, “dependiendo del daño sufrido y la cantidad de hectáreas afectadas”.
En total se estima llegar a unos 4.000 pequeños productores de estructura familiar. “Este dinero deberá ser destinado a cubrir el costo de las tareas de poda y fertilización, asegurando su cumplimiento mediante la asistencia técnica y el seguimiento que brindan los técnicos de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) y el INTA, a través de los Centros de Desarrollo Vitícola (CDV) que operan en las distintas zonas vitivinícolas del país”, se informó.
La información oficial dice que “para un productor de menos de 10 hectáreas de superficie, que llegue al monto máximo de 160.000 pesos de beneficio, este aporte le permitirá solventar los gastos de 5 hectáreas de su viñedo, logrando de esta forma recomponer su estructura productiva afectada por las contingencias climáticas sufridas”.
“Queremos llegar directamente al pequeño productor y nos proponemos seguir trabajando con COVIAR para llevar asistencia y apoyo a todos los viticultores. Porque si un productor abandona la actividad, Argentina pierde capacidad productiva”, afirmó Tolosa Paz, dándole sentido de ayuda social a este sector que debería tener un tratamiento productivo, al amparo de leyes ya vigentes pero poco respetadas.
“La realidad de la cosecha 2023 nos compromete, hoy más que nunca, a estar cerca y acompañando a todos los productores argentinos. Los productores son el motor del desarrollo económico”, aclaró el presidente del instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Martín Hinojosa, quien explicó luego que el convenio “tiene como objetivo asistir a aquellos productores de hasta 10 hectáreas que trabajen bajo una estructura familiar, que hayan sido afectados por contingencia climática y que se encuentren en situación de vulnerabilidad social”.
Una vez que se hayan inscripto para recibir estos fondos los productores recibirán dos visitas técnicas de los profesionales de los CDV para asistir en la confección de los formularios y documentación a presentar y la posterior revisión de las tareas realizadas en sus predios.
Antes q se la robe el Pro, para sostener a los periodistas pagos y todo el circo, q le den la plata como subsidio (para udes cipayos lo llaman planes) pero q ignorancia este portal gorila
Macri fugo 45.000 mil millones de dolares del FMI ,pero el gorila cipayo se asusta con los planeros… La derecha argentina es muy bruta. y arcaica..