¿Existe algo peor que la decadencia? Sí: venirse abajo mientras el vecino no deja de crecer y, encima, se dedica a alardear de su condición frente al infortunio ajeno.
La consultora brasileña Agroconsult indicó que este año dos estados de Brasil lograrán tener una producción superior a la lograda por la Argentina.
El estado de Mato Grosso, principal productor de soja de Brasil, logrará levantar este año 45,3 millones de toneladas de soja, una cifra que más que duplica la que cosechará Argentina.
“Mato Grosso viene mejorando sus resultados año tras año como fruto de las inversiones realizadas para aumentar la productividad y expandir la superficie, lo que impulsó un récord de producción en la presente campaña”, señaló Agroconsult.
Pero no es el único caso: el estado sureño de Paraná, que había sido golpeado por el clima el año pasado, en 2023 logró recuperarse para obtener una producción de soja estimada en 22,2 millones de toneladas.
La consultora además indica que, dependiendo de los rendimientos logrados en las próximas semanas, podría eventualmente haber un tercer estado que supere en rendimientos a la Argentina: Goiás.
Si bien la cosecha argentina de soja resultó en 2022/23 afectada por un desastre climático sin precedentes, la realidad es que tanto la superficie como la inversión tecnológica realizada en el cultivo viene descendiendo en los últimos años en línea con la ausencia de incentivos económicos.
La elevada presión impositiva, junto con intervenciones sistemáticas de mercado instrumentadas por el gobierno argentino, vienen provocando una progresiva descapitalización de las empresas agropecuarias argentinas y eso se refleja en una menor oferta tanto de productos obtenidos como de divisas en la economía.
Mientras en este país se siga escuchando y haciendo lo que dicen los falsos ambientalistas que solo son máquinas de impedir y llevar atraso y miseria, estaremos cada vez más lejos de Brasil que impulsa y promueve la producción, no hace falta ningún estudio para darse cuenta de esto…
La política del Gobierno en estos años, han sido un máquina para producir, el único País en el mundo que cobra x exportar, retenciones absurdas, cada vez más en el tobogán de ka decadencia
No niego que muchos productores consumen éstas noticias y entiendo que en su cabeza solo exista el hecho de producir cada vez más y más, sin saber bien para qué o sin siquiera pensar en el costo ambiental y humanitario que se paga por esa cantidad de producción. Estuve en Mato Grosso, justo despues de trabajar en el Amazonas peruano, donde aún uno siente que hay alguna esperanza de que la cantidad de vida que aloja la selva sobreviva e intente regenerarse. Lo de Mato Grosso es muy triste, ya no hay vegetación más que el inmenso océano verde que se ve a los costados de la ruta donde gracias a los agroquímicos que utilizan no sobrevive otra cosa más que la soja, y dónde es suicida transitar en verano xq realmente se siente en la piel el calentamiento global producto de la deforestación y el desmonte pensado para “ganar más tierras y aumentar la producción”. A Mato Grosso ya no le queda Mato (selva) y mucho menos Grosso… Deberían llamarle ahora “Soja Grossa”. Ahora les digo, después no lloremos en Argentina cuando haya sequía y perdamos millones, porque no hay humedad ni bosques que regulen el clima. Las políticas de los gobiernos van y vienen, hoy no favorecen al campo y a la exportación, es cierto, hay que replantearse muchas cosas del modelo económico Argentino, pero cuando esas políticas si los beneficien, no va a haber tierras para cultivar, porque entre sequías e inundaciones será imposible. Ojalá alguien algún día, al menos, lo piense…