En la campaña 2008/09 recrudecía la pelea entre el anterior gobierno y los productores agropecuarios, a la que se le sumaba una sequía espeluznante. Entonces la Argentina tuvo uno de sus peores registros históricos en materia de producción de maíz: se obtuvieron 13,1 millones de toneladas. Ha pasado el tiempo, cambió el gobierno y también las condiciones en las que se produce ese grano, ya sin retenciones ni trabas a la exportación. En esta temporada 2016/17 se avizora una producción de 46 millones de toneladas. ¿Qué hacer con tanto maíz? Es la pregunta del momento.
En su panorama semanal, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires calculó que las trilladoras habían avanzado recién sobre 40% del área de maíz. Hay un retraso indudable porque los chacareros prefirieron levantar antes la soja, ya que el maíz resiste mejor en años como este, de excesiva lluvia. Hidalgo al fin, el cultivo está ofreciendo rendimientos promedio que sorprenden, de 87 quintales por hectárea. Que la producción será elevada es algo que se descuenta. Para esta entidad será de 39 millones de toneladas porque no incluye el maíz que se consume en chacra, como silo. El Ministerio de Agroindustria, que desde hace unos años sí incorporó ese uso, cree que habrá 46,5 millones, 17% más que el año anterior. Un aluvión.
En esta temporada 2016/17 se avizora una producción de 46 millones de toneladas. ¿Qué hacer con tanto maíz? Es la pregunta del momento.
¿Por qué todos se preguntan qué hacer con tanto maíz? Porque si no se encuentran mercados dónde colocar esta cosecha lógicamente podrían deprimirse los precios que recibe el productor, y que hasta ahora han sido más que aceptables para comenzar a torcer una ecuación muy favorable para la soja en los últimos quince años. Ricardo Baccarín, de la corredora Panagrícola, expresó con claridad este temor: “Esta súper-cosecha en algún punto no va a ser muy beneficiosa para el esquema de precios. Hay mucho maíz y el ritmo de ventas es muy lento. Vamos a necesitar un canal generoso de exportación para desagotar todo”.
¿Cuánto maíz necesita la Argentina para abastecerse? Agroindustria presentó hace pocas semanas un balance para 2016 que ubicó el consumo interno en 16,3 millones de toneladas. Según este esquema, los feed lots que engordan bovinos consumieron 4,2 millones, el sector avícola 3,5 millones, la producción porcina 1,2 millones, la de huevos otros 1,1 millones, los tamberos 2,9 millones y la cría de peces 274.000 toneladas. Para consumo humano (en molienda seca como húmeda) fueron otros 1,43 millones. No parece que estos números puedan crecer rápido. Por el contrario, muchos especialistas piensan que caerán en 2017, por el menor consumo
El Ministerio de Agroindustria, que desde hace unos años sí incorporó ese uso, cree que habrá 46,5 millones, 17% más que el año anterior. Un aluvión
Por eso todas las fichas están puestas en un segmento relativamente nuevo, el de los combustibles. Con el maíz se produce parte del bioetanol que se utiliza para cortar en 12% la nafta. Un proyecto oficial plantea elevar rápidamente a 15% esa participación, de modo de traccionar hacia una mayor demanda del grano. Pero no hay certeza todavía de que la decisión vaya a tomarse rápido.
“Estamos trabajando en el diseño de políticas sustentables que permitan realizar las inversiones que se necesitan para agregar valor a la producción local y promover el desarrollo. La industrialización de materias primas con fines energéticos es una de las actividades de mayor crecimiento del mundo e implicaría un importante aumento del consumo interno de maíz”, se ilusionó Anibal Ivancich, presidente de Maizar, la entidad que agrupa a la cadena. El empresario dijo que también trabajan en planes para el desarrollo de biomateriales a partir de maíz con el gobierno de Santa Fe y que “la prioridad es promover el agregado de valor en origen”.
Todos estos planes, sin embargo, son de mediano y largo plazo. La cosecha ya está aquí y mete presión. Agroindustria calcula que deberán exportarse al menos 28 millones de toneladas de maíz para desagotar el mercado. Los privados hablan de menos, unos 23 millones. En cualquiera de los casos el desafío es enorme.
Agroindustria calcula que deberán exportarse al menos 28 millones de toneladas de maíz para desagotar el mercado. Los privados hablan de menos, unos 23 millones. En cualquiera de los casos el desafío es enorme.
Emilce Terré, de la Bolsa de Rosario, agregó que el actual ritmo de ventas viene muy flojo. Hasta ahora se han comprometido exportaciones por 9,6 millones de toneladas. Y de ese total, solo se despacharon 1,9 millones. En promedio de las últimas cinco campañas, a esta altura del año se habían embarcado 4,4 millones.
En el Gobierno, mientras tanto, piensan que esta crisis de sobreoferta será, en todo caso, el mal menor. Luis Urriza, subsecretario de Agricultura, explicó que “es imprescindible que el país recupere la rotación gramineas/soja y el maíz es crucial”. Esa es la prioridad, una agricultura más sustentable. Desde esta óptica, luego se trabajará para ver qué hacer con los excedentes. “Es necesario crecer en maíz en zonas mixtas como apalancamiento de la ganadería. Además existen posibilidades de crecer con bioetanol ”, indicó.