El sur santafesino sigue siendo una de las zonas más golpeadas por la sequía, tanto en la agricultura como en la ganadería, donde el clima se ensañó durante 3 años consecutivos con la producción agropecuaria.
“Estamos preocupados, más preocupados que lechón en diciembre” dijo Tomás Layús, productor de cría y vicepresidente de la Sociedad Rural de Rosario , quien tuvo que instalar 6 metros más de caño en los molinos para poder conseguir agua para su ganado. “No llueve, no se termina de acomodar la situación y la preocupación es máxima” comenta a este medio el productor y dirigente ruralista.
En ese contexto, ante los micrófonos de Bichos de Campo Radio, programa que se emite los sábados a las 10 hs por radio Argentina AM570, Layús consideró que ante este escenario adverso para la producción, la política no da señales de empatía con el sector, por el contrario, lo castiga con dureza.
“Estamos terminando la cosecha y se levantó el 20% del potencial de rendimiento en la región sur de Santa Fe. No vamos a tener soja y maíz para vender, ya perdimos el trigo y también se perdieron las legumbres invernales de la zona, viene todo complicado”, declaró el productor.
De la situación tampoco se salva la ganadería. La crisis afecta al engorde, no hay pasto para las recrías, ni para retener vacas o renovar rodeos. Por eso aumentó la faena de esta categoría y se incrementó el encierre, sobre todo de terneras que podrían haberse transformado en vientres.
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“No crecieron los pastos en verano, y no se pueden sembrar los verdeos invernales, por lo que no habrá reservas para el invierno y el Gobierno Nacional, en algún momento el provincial, y los comunales, no se hacen eco de los problemas del sector” dijo Layús.
El productor de Rosario dijo que en su campo debió anticipar el destete y hacerlo en forma precoz, lo que agrega costos porque se requiere de insumos que aceleren el desarrollo de los terneros.
Y como seguía sin llover, tuvo que hacer pozos más profundos para que hubiera algo de agua para las vacas. “En los molinos tuve que agregar 6 metros de caño para absorber agua, porque las napas están muy bajas. No es agua de calidad, es mucho más salina, pero es agua al fin”.
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Como les pasó a tantos otros ganaderos, a los vientres que no quedaron preñados los tuvo que mandar a la faena, a lo que explica: “Nos vimos obligados a descapitalizarnos y encima nos pagan 180 pesos el kilo de vaca, cuando luego hacen buena plata con la exportación a China”.
Por estas cuestiones, dijo que espera una fuerte caída en el stock vacuno, que todavía no es posible anticipar, pero espera que el faltante de terneros el año que viene no sea inferior a 1 millón de cabezas.
Además, Layús dijo que la situación climática es alarmante, pero que tanto o más le preocupa la respuesta que da la política.
“Hay un coctel explosivo, el desdoblamiento cambiario es de más de 100%, y además se pagan retenciones. El estado sigue ganando con nuestros impuestos, y eso genera mucha bronca, perdemos los mismos de siempre. Y como si fuera poco, el Banco Central nos recorta el acceso al crédito a los que tengan 5% de su cosecha de soja, o sea, a todos, porque en plena cosecha todos tienen más que eso”, dijo el ruralista.
Finalmente dijo que también los estados provinciales son responsables de la situación del sector, más allá “de que en Santa Fe dieron algunos beneficios impositivos, y los comunales son en realidad tasas ´descomunales´, porque como se valúan en litros de gasoil, hay aumentos de 130% interanual. En el momento que necesitás ayuda, no te la dan” finalizó Layús.