La comercialización de fertilizantes y fitosanitarios se paralizó luego de conocerse una sorpresiva medida de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) que puede llegar a representar un incremento indirecto de la presión tributaria para muchos importadores.
La norma en cuestión es la resolución 5339/2023, por medio de la cual la Afip suspendió hasta el próximo 31 de diciembre el régimen de percepción que permite a importadores quedar exentos del pago de IVA y del impuesto a las Ganancias.
Al perder esa atribución, los importadores –más allá de cuál sea su situación fiscal– pasarán a abonar un 6% de la operación a cuenta de Ganancias y otro 20% a cuenta de IVA al momento de ingresar la mercadería al país.
Hasta la fecha la normativa vigente permitía, por medio de la solicitud de un certificado de exclusión de percepciones, compensar créditos fiscales con tales obligaciones. Pero ahora eso ya no será posible hasta fines del presente año (cuando se produce precisamente el cambio de gobierno nacional luego de lo que determine el resultado de las elecciones presidenciales de octubre).
Adicionalmente, además de suspender los certificados de exclusión, la resolución 5339 establece para el IVA que las percepciones aplicadas hasta el 31 de diciembre de este año recién se podrán computar desde el noveno mes posterior al despacho de importación; esa medida, en un contexto casi híper inflacionario, equivale a una licuación fenomenal de capital de trabajo.
En ese marco, las empresas comercializadoras de agroinsumos suspendieron las cotizaciones de nuevas operaciones hasta lograr estimar con precisión el impacto tributario de la nueva resolución, el cual, si no es subsanado, seguramente será trasladado a los precios mayoristas de los productos.
Vale recordar que el 100% de los fertilizantes fosforados y más de la mitad de los nitrogenados se originan por medio de importaciones; lo mismo se aplica a gran parte de los fitosanitarios terminados y principios activos –como el del glifosato– a partir de los cuales se elaboran los mismos. La norma también impacta en la industria de maquinaria agrícola, automotores y equipos informáticos, entre otros rubros clave.